Por qué el Presidente viene a Córdoba de campaña
“Poné la fecha y hago un hueco en mi agenda para ir a Córdoba”, fue la respuesta del presidente Alberto Fernández cuando el senador Carlos Caserio lo invitó a viajar a la provincia para participar de la campaña.
No hay fecha confirmada, pero el martes 7 de septiembre, dos días antes del cierre de la campaña para las Paso legislativas, sería el desembarco del jefe del Estado en territorio cordobés.
No es el mejor momento del Presidente. El escándalo por la foto del festejo en Olivos el año pasado, en plena cuarentena estricta, cada día suma malas noticias para la Casa Rosada.
La imputación de Alberto Fernández y de todos los participantes de la reunión en la quinta presidencial parece que no será el último capítulo del escándalo.
Se conocen encuestas que reflejan que la polémica ya tuvo un impacto negativo para los candidatos del Frente de Todos en la decisiva provincia de Buenos Aires.
Los frentistas locales dicen no tener sondeos, pero admiten que el escándalo no será inocuo.
Más allá de este contexto inesperado y adverso, los dirigentes locales coincidieron en que políticamente era necesario que el Presidente llegara a Córdoba para hacer campaña.
Diez días atrás, Caserio y Martín Gill, primer precandidato a diputado nacional, tuvieron una reunión en Villa María.
Acordaron que el senador haría las gestiones para que Alberto Fernández venga, más allá de la caída de su imagen positiva.
“Tener el respaldo de la Nación es una moneda de dos caras: la negativa es que el Presidente no atraviesa su mejor momento, pero un Gobierno nacional siempre tiene una porción de respaldo de la gente, aun en el distrito más adverso”, un frentista cercano a Caserio.
Este análisis político es el que empujó al senador y a Gill a considerar que la visita del Presidente podría aportar para el Frente de Todos.
“El objetivo de la visita es despejar cualquier duda sobre que nuestros candidatos tienen el apoyo del Presidente”, agregó otro referente.
La casi segura visita presidencial será política, pero, en la audiencia del jueves pasado en la Casa Rosada, Caserio le agregó un tema de gestión.
El senador llegó al despacho presidencial acompañado por el empresario Roberto Urquía, titular de la Aceitera General Deheza (AGD).
El senador viene negociando la publicación de la reglamentación de la Ley de Biocombustibles.
La norma fue rechazada por el sector empresarial cordobés, pero, en la reglamentación, los legisladores cordobeses del Frente de Todos lograron que el corte de bioetanol se mantuviera en el 12%.
No habrá anuncio, pero la idea de los frentistas es que la reglamentación de la ley esté publicada antes del arribo presidencial.
Optimismo oficialista
En la otra vereda del PJ en Córdoba, los schiarettistas se muestran optimistas con los números de las últimas encuestas.
En el Centro Cívico, creen que las listas de Hacemos por Córdoba pueden ser las más votadas en las Paso del 12 de septiembre.
Sólo será una cuestión de mensaje de campaña, porque las primarias serán decisivas sólo para los espacios que tienen internas, entre ellos Juntos por el Cambio.
Más allá de las frases interesadas, los schiarettistas admiten que las Paso pueden ser su techo electoral.
Con este convencimiento, el gobernador Juan Schiaretti viene jugando fuerte para hacer la mejor elección posible el 12 de septiembre.
El oficialismo provincial intentará sacar la mayor ventaja sobre el Frente de Todos, para que no queden dudas sobre qué espacio se quedará con el tercer senador por la minoría.
Todos los peronistas (schiarettistas, albertistas y cristinistas) descuentan que Juntos por el Cambio se quedará con las dos bancas para la fuerza más votada, cualquiera sea el ganador de la pulseada interna entre Mario Negri y Luis Juez.
Sin hacer referencia directa al otro espacio peronista, Schiaretti no dudó en marcar diferencias con el Frente de Todos.
“Defendemos a Córdoba y somos independientes. No dependemos de ninguna fuerza partidaria nacional”, dijo el gobernador en un acto virtual realizado el jueves pasado, dos horas después de la reunión Caserio con el Presidente en la Casa Rosada.
En las últimas dos semanas de campaña, los dos espacios peronistas tienen sus cartas sobre la mesa: el Frente de Todos seguirá apostando al Gobierno nacional, mientras que el schiarettismo se muestra cada vez más lejos de la Casa Rosada.
Los schiarettistas admiten que las Paso pueden ser su techo electoral. El objetivo es sumar lo más posible el 12 de septiembre.