El Presidente no vendrá de campaña a Córdoba
“El Presidente quería ir a Córdoba, pero la realidad es que nos van a medir por el resultado en la provincia de Buenos Aires”, fue la resignada conclusión de un hombre cercano a Alberto Fernández.
De no haber un cambio de último momento, tan habitual en el Gobierno nacional, Alberto Fernández no vendrá a Córdoba en el último tramo de la campaña para las Paso.
En el comando de campaña del Frente de Todos cordobés, no quieren confirmar esta versión que llegó desde la Casa Rosada.
“Estamos concentrados en nuestro trabajo territorial. Si viene el Presidente tenemos preparado un acto en Capital y otro en el interior, pero no depende de nosotros”, dijo un hombre que acompaña al senador Carlos Caserio a sol y sombra.
No queda claro si es para disimular el disgusto o se trata de un genuino sentimiento de alivio: los precandidatos frentistas cordobeses no lamentan la ausencia del Presidente en la campaña cordobesa.
Nadie lo admitirá, pero la imagen presidencial, como en el resto del país, también está en su piso en Córdoba.
Por ahora, lo único confirmado es que Caserio y Martín Gill, el primer precandidato a diputado, participarán de manera virtual del acto de cierre nacional del Frente de Todos, que será en Mar del Plata, el próximo miércoles.
Aunque sin confirmación, no está descartado que el jefe del Estado participe de manera virtual del cierre de campaña del Frente de Todos local, que se concretará en las primeras horas de la tarde del jueves próximo.
El acto será en la Plaza de la Música, de manera presencial, con protocolos y encuentros simultáneos en el interior, conectados por una plataforma digital.
Los frentistas cordobeses dicen que ellos utilizaron este mecanismo (combinar actos presenciales con virtuales) cuando lanzaron la campaña, y que esto luego lo implementó el schiarettismo, primero en una convocatoria en la Capital y luego con un acto provincial que encabezó el gobernador Juan Schiaretti.
El jueves 26 de agosto pasado, Alberto Fernández recibió en la Casa Rosada al senador Caserio, quien fue acompañado por el empresario Roberto Urquía.
En aquella audiencia, se habló de temas de gestión y también de política. El empresario de General Deheza transmitió la inquietud del sector industrial cordobés por la demora en la publicación de la reglamentación de la Ley de Biocombustibles.
Si bien la norma es rechazada por los empresarios cordobeses (también por los legisladores schiarettistas y por Juntos por el Cambio), por mediación de Caserio y de los diputados del Frente de Todos cordobés hubo un acuerdo para que en la reglamentación se garantizara el 12% de corte para el bioetanol (con base en maíz) que se produce en Córdoba.
La Secretaría de Energía, que conduce el cristinista Darío Martínez, es la que debe redactar la reglamentación, que aún no fue publicada.
Esta situación, sumada a la prórroga de las restricciones a las exportaciones de carne, genera malestar en el sector productivo cordobés.
Sin resolver estas dos cuestiones, los precandidatos cordobeses perdieron interés en que el Presidente viniera a participar de la campaña.
Inquietud
Distintas fuentes de la Casa Rosada admiten en privado la preocupación por el resultado de las Paso.
No obstante, siempre hay un rincón para el optimismo, en medio de las repercusiones del escándalo por la foto de la fiesta en Olivos en plena cuarentena.
“Las primarias serán nuestro piso. Peor no podríamos haber llegado. Esperamos un escenario mucho mejor para noviembre. La economía tendrá signos más sólidos de recuperación y la mayoría de los argentinos ya habrán recibido la segunda vacuna contra el Covid”, se ilusiona un funcionario nacional que entra seguido al despacho presidencial.
El optimismo por el futuro cercano de los funcionarios nacionales llegó por contagio a Córdoba.
En charlas informales, en el Frente de Todos también abonan esta teoría de que el resultado de las Paso será un piso, pensando en las generales del 14 de noviembre, cuando se repartan las bancas.
Mientras tanto, en la otra vereda peronista, en el entorno del gobernador Schiaretti, prefieren no hablar de encuestas.
No obstante, se muestran ilusionados con conseguir algo que algunos meses atrás parecía una misión imposible: retener las tres bancas de diputados que ponen en juego y recuperar el escaño en el Senado que el PJ cordobés tenía hasta que Caserio se sumó al Frente de Todos.
A diferencia de los frentistas, los schiarettistas consideran que las Paso serán una encuesta concreta que marcará el rumbo de los resultados de las generales de noviembre.
En campaña, cada uno elige su estrategia para conseguir votos y también los argumentos para leer con optimismo el horizonte cercano donde están las urnas.