Instan a los talibanes a garantizar asistencia
El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) lleva 65 años en Afganistán y tiene presencia territorial en todo el país asiático.
La semana pasada, el director regional del organismo internacional en Asia Meridional (con sede en Katmandú, Nepal), George Laryea-Adjei expresó su preocupación ante el posible recorte de fondos destinados a la ayuda humanitaria a las infancias y a las madres de esa República Islámica, de 39 millones de habitantes.
“Sabemos que algunos socios se están planteando recortar la ayuda a Afganistán. Esto es muy preocupante y plantea algunos interrogantes importante”, alertó el funcionario. “Si eso se concreta, Unicef no contará con recursos suficientes para mantener las escuelas abiertas y los centros de salud en funcionamiento y garantizar que las mujeres embarazadas puedan dar a luz sin arriesgar sus vidas”, advirtió el comisionado, con 21 años de servicio en la institución.
“Prevemos que las necesidades humanitarias de los niñas, las niñas y las mujeres de Afganistán aumentarán en los próximos meses en medio de una grave sequía y la consiguiente escasez de agua, las devastadoras consecuencias socioeconómicas del
Covid-19 y la llegada del invierno”, planteó sin rodeos.
En consecuencia, instó a los donantes a evitar recortes y a los talibanes “a que garanticen que Unicef (y sus asociados) tengan acceso seguro, oportuno y sin restricciones” para llegar a los niños necesitados. “Nuestro compromiso con los niños de Afganistán es inequívoco”, concluyó Laryea-Adjei.