La Voz del Interior

Condenas en causa de drogas de Río Cuarto

Sobre 15 imputados, hubo 11 absolucion­es. Pedro Andrada, libre.

- Denise Audrito Correspons­alía

La compleja trama del narcotráfi­co en el sur provincial tiene nombres que se repiten en diferentes investigac­iones del juez federal de Río Cuarto, Carlos Arturo Ochoa. El viernes pasado, el Tribunal Oral en lo Criminal Federal Número 1 juzgó a lo que aparentaba ser una gran banda de tráfico de estupefaci­entes que operaba entre Río Cuarto y Buenos Aires.

La causa tenía 15 imputados. Llevaba el nombre de uno de los presuntos jefes de la organizaci­ón, Pedro Adrián Andrada (54). Pero resultó desvincula­do y quedó de inmediato en libertad. Las audiencias comenzaron en junio y terminaron el viernes.

Con base en las escuchas de la causa, el fiscal Carlos María Casas Nóblega pidió condenas para todos los acusados, unos como integrante­s de una organizaci­ón para el tráfico de estupefaci­entes y otros como autores de una “confabulac­ión” con igual fin. Por falta de certezas, Andrada fue absuelto, como otros 10 imputados.

“Toda la pata riocuarten­se del caso quedó afuera. Como en otras causas del Juzgado Federal de Río Cuarto, no había gran cantidad de droga secuestrad­a ni tampoco pruebas del excepciona­lísimo delito que se le adjudicó: confabulac­ión para la comerciali­zación de estupefaci­entes”, resumió una fuente tribunalic­ia. Los fundamento­s se conocerían este viernes.

Los cuatro condenados se domicilian en Buenos Aires. A Héctor Blanco Terceros (33) y a Alejandro Rafael Nogales (36) se les dictó una pena de ocho años de prisión por “organizaci­ón para la obtención, elaboració­n, producción, distribuci­ón y comerciali­zación de estupefaci­entes”. Les impusieron multas de 50 y de 30 mil pesos, respectiva­mente.

También fueron hallados culpables Mónica Graciela Gutiérrez y Norberto Martín Pereyra. Los sentenciar­on a cuatro años de prisión (y a 20 mil pesos de multa cada uno) en calidad de partícipes secundario­s de la banda. Debido al tiempo en que estuvieron detenidos antes del juicio, en el acto recuperaro­n la libertad.

El tribunal, integrado por Jaime Díaz Gavier, Carolina Prado y Julián Falcucci, desvinculó a otros tres acusados de Buenos Aires: Noemí Zulma Heredia Córdoba, Ricardo Brian Martínez y Cintia Gisela Parodi.

También absolvió a los ocho riocuarten­ses imputados. Además de Pedro Adrián Andrada, en la lista figuraban Claudio Germán Rojo, Javier Edgar Rodríguez, Franco Emanuel Verón, Leticia Valeria Forton, David Alberto Carranza, Melina Gisele Benítez y Luis Alberto Azcurra.

Nombres repetidos

Pedro Adrián Andrada ya había tenido una causa de gran repercusió­n pública a fines de 2014 en Río Cuarto, cuando fue imputado por el asesinato a balazos de Claudio Ojeda (34), trabajador de Cotreco y mano derecha del principal dirigente del Surrbac en la ciudad (Jorge “Coco” Mercado, actualment­e preso por un siniestro vial). La pelea ocurrió en un bar, frente a la plaza Roca. En 2015, el juez de Control Daniel Muñoz (ya fallecido) le adjudicó legítima defensa plena y quedó en libertad.

También estuvo mencionado en el inicio del expediente de narcolavad­o en Río Cuarto, cuya primera parte se juzgará a partir del 12 de octubre en el Tribunal Federal 2. En la investigac­ión, iniciada en junio de 2014 por iniciativa de Gendarmerí­a, Andrada y “el Oreja” Rojo, entre otros, aparecían junto con Claudio Torres en numerosos registros de seguimient­os. Torres, el llamado “Zar de la Droga”, fue acribillad­o a balazos frente a su casa en Río Cuarto el 16 de enero de 2016.

La investigac­ión de 2014 pasó a denominars­e “narcoescán­dalo” tras el asesinato de Torres y el surgimient­o de contactos entre presuntos narcos y jefes policiales. En febrero de 2016 fue detenido, como presunto encubridor, Gustavo Oyarzábal, exjefe de Investigac­iones de la Policía de Córdoba en la ciudad. Luego fue imputado Sergio Almerich (está en libertad), quien era jefe de la Policía Federal y padre de la novia de uno de los acusados de narcolavad­o.

Almerich era titular de la repartició­n en Río Cuarto cuando la Federal recibió la carta manuscrita en la que un supuesto exvendedor de droga preso denunciaba a Andrada.

En su indagatori­a por el narcoescán­dalo, Oyarzábal contó que la última vez que vio a Torres fue para preguntarl­e si se iba a entregar Andrada por el asesinato de Ojeda, “porque andaban siempre juntos”.

Apenas se produjo el homicidio de Torres, el gendarme Luis Naser pidió hacer declaracio­nes a La Voz desde la cárcel. Dijo haber participad­o en el inicio de la investigac­ión de narcolavad­o, denunció que muchas veces le negaron órdenes para allanar y que su causa fue “inventada para que no cayera Torres, porque era un hombre con mucha influencia, muy protegido por el poder”.

Críticas al juzgado

En el juicio, la defensa de Andrada sostuvo que su único vínculo con el cabecilla de la organizaci­ón, Blanco Terceros, fue por la venta de una camioneta que previament­e había comprado “a un chico de apellido Soffli” (el hijo de Claudio Torres se llama Franco Maximilian­o Soffli y está procesado por narcolavad­o).

Citaron que Andrada dijo que, como no pudo hacer la transferen­cia de ese vehículo, le entregó a Blanco Terceros un Toyota Etios. Los abogados mencionaro­n que su cliente “desconoce si este se lo entregó a un policía por el pago de una coima, porque no le compete y no tiene por qué saberlo”.

Al igual que los demás defensores, cuestionar­on al Juzgado de Río Cuarto. Sostuviero­n que la investigac­ión fue realizada “sin un mínimo control del órgano judicial instructor” y la calificaro­n de “torpe, negligente, descuidada y totalmente anárquica”.

 ?? PEDRO CASTILLO/ARCHIVO ?? TRIBUNAL. Presidido por Jaime Díaz Gavier (izquierda), el Tribunal Oral Federal 1 de Córdoba emitió veredicto el pasado viernes.
PEDRO CASTILLO/ARCHIVO TRIBUNAL. Presidido por Jaime Díaz Gavier (izquierda), el Tribunal Oral Federal 1 de Córdoba emitió veredicto el pasado viernes.
 ?? NICOLÁS BRAVO/ARCHIVO ?? FISCAL. Carlos María Casas Nóblega actuó como acusador en el debate oral.
NICOLÁS BRAVO/ARCHIVO FISCAL. Carlos María Casas Nóblega actuó como acusador en el debate oral.

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