Clásico suspendido. La pelota ya rueda en las oficinas de la Fifa
Luego del papelón del domingo en San Pablo, los informes sobre lo sucedido fueron elevados a la casa madre del fútbol mundial. Hay varios capítulos por escribirse.
Los papeles ya están en la sede de la Fifa en Zúrich (Suiza). El informe preliminar del árbitro del partido suspendido el domingo entre Brasil y Argentina por las eliminatorias sudamericanas para el Mundial de Qatar 2022, el venezolano Jesús Valenzuela, y el del veedor de la Conmebol, el colombiano Alejandro Hernández, obran en poder de la unidad disciplinaria del máximo organismo del fútbol mundial.
Con toda esta documentación puesta sobre la mesa, comienza un largo proceso de evaluación de pruebas y de testimonios para esclarecer qué fue lo que verdaderamente pasó en la Arena Corinthians de San Pablo y qué se hará con el encuentro interrumpido a los siete minutos del primer tiempo. Si se lo sigue disputando en Brasil o en una sede neutral o se lo suspende definitivamente. En ese caso, se deberá determinar el destino de los tres puntos en disputa.
Consultado por Mundo D, Héctor Baldassi, asesor externo de la Conmebol y gran conocedor de las reglamentaciones internacionales por su condición de exárbitro mundialista en Sudáfrica 2010, opinó: “El partido siempre la Fifa lo juega. Lo va a evaluar y seguro que se va a disputar. El tema es que no hay fecha. Puede ser en la ventana de noviembre. Pero en marzo tiene que estar todo definido porque en abril se juega el repechaje. El tiempo apremia”. La opinión de Baldassi no coincide con una idea mayoritaria respecto de que el partido no va a continuar.
Cabe aclarar que, como las eliminatorias forman parte de la competición preliminar de la Copa del Mundo, es la Fifa la que tiene la jurisdicción deportiva y reglamentaria y por eso la decisión sobre el clásico suspendido que terminó en bochorno saldrá desde Zúrich. En este caso, Conmebol fiscaliza y controla por delegación, pero no tiene la última palabra sobre el tema.
Cinco desafectados
Todavía conmovidos por los hechos del domingo, los seleccionados de los dos países iniciaron ayer sus entrenamientos para la jornada de eliminatorias del jueves. Brasil recibirá Perú en Recife, en tanto que la Argentina será local ante Bolivia en el estadio Monumental y con un aforo permitido de 21 mil espectadores.
Para ese partido, la AFA desafectó a los cuatro jugadores de la selección que intervienen en la Premier League inglesa. El arquero Emiliano Martínez y el delantero Emiliano Buendía, del West Ham, viajaron ayer al mediodía rumbo a Zagreb (la capital de Croacia), donde realizarán una cuarentena de 10 días antes de volver a Inglaterra. Por su parte, el defensor cordobés Cristian “Cuti” Romero y el mediocampista Giovani Lo Celso también fueron relevados del encuentro ante los bolivianos y afrontan la posibilidad de recibir a su regreso fuertes multas de parte de las autoridades del Tottenham Hotspur por haber decidido viajar pese a la negativa de la Premier League a ceder jugadores para las eliminatorias.
También fue desafectado el arquero Franco Armani, de River, pero en este caso por la lesión en la rodilla izquierda que sufrió en un entrenamiento en Caracas previo al partido ante Venezuela. Para cubrir las vacantes que quedaron en el arco de la selección, fue citado el arquero de Boca, Agustín Rossi, quien anoche se integró a la concentración en el complejo Julio Humberto Grondona de Ezeiza.
“Una locura”
En tanto, el presidente de la Fifa, el suizo Gianni Infantino, calificó como “una locura” la suspensión del partido Brasil-Argentina y admitió que estos sucesos pueden llevar a repensar el calendario internacional para proteger a los jugadores.
En un discurso grabado emitido durante la sesión inaugural de la Asamblea de la Asociación de Clubes de Europa en Ginebra (Suiza), Infantino sostuvo: “Esto es una locura. Pero tenemos que lidiar con estos desafíos que se suman a la crisis que provocó el coronavirus. Tenemos que repensar el calendario. No hay tabúes, la puerta está abierta a todas las ideas”. Infantino habló ante las autoridades de los clubes más importantes de Europa, cada vez más renuentes a ceder jugadores a los seleccionados sudamericanos para eliminatorias.
“Nada que temer”
Brasil es una potencia mundial en el fútbol y no será políticamente sencillo para la Fifa sacar un fallo en su contra. En la AFA, mientras tanto, aguardan con optimismo las decisiones que vendrán desde Zúrich.
“No hay nada de que temer. No nos pueden dar el partido por perdido porque Argentina hizo todo bajo la autorización de Conmebol”, le dijo ayer a Mundo D un dirigente cercano a Claudio “Chiqui” Tapia, el presidente de la entidad. La fuente agregó que “Martínez, Romero y Lo Celso fueron incluidos con la autorización de los oficiales de Conmebol y nunca fueron notificados oficialmente por las autoridades brasileñas de que no podían jugar el partido”.
La novela parece tener varios capítulos más por escribirse.