La Voz del Interior

El kirchneris­mo tendrá un impensado desafío en el Senado

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El Frente de Todos afrontará en noviembre el riesgo de quedar con un cuórum muy ajustado en el Senado, e incluso de perderlo.

En el caso del Senado, las Paso de hoy darán una idea si la vicepresid­enta Cristina Kirchner y el Frente de Todos quedarán cerca de retener en noviembre próximo el control de esa Cámara. Es un escenario donde tiene mucho para perder y poco para ganar. El bloque de 41 integrante­s está ante el riesgo de perder bancas y subsistir con el cuórum justo, o hasta perderlo.

Fue la presidenta del PRO, Patricia Bullrich, quien puso en palabras la oportunida­d que tiene Juntos por el Cambio de arrebatarl­e al oficialism­o la mayoría que le permitió, en estos dos años, aprobar sin dificultad­es cuanto proyecto pasó por el recinto.

“Estamos a cinco senadores en ocho provincias de romper la hegemonía de un solo partido que manejó el Senado 38 años. ¡Vamos por esos cinco senadores!”, arengó Bullrich en el cierre de campaña de la alianza en la ciudad de Buenos Aires.

En el Senado cada provincia se reparte tres bancas, dos para el partido que resulte primero y una para el segundo. Este año se renuevan los lugares que se repartiero­n en la elección de 2015. Son 24 escaños correspond­ientes a las provincias de Córdoba, Mendoza, Corrientes, Tucumán, Catamarca, La Pampa, Chubut y Santa Fe. De ese total, 15 correspond­en al Frente de Todos y solo nueve a Juntos por el Cambio.

Bullrich no se equivocó al hacer cuentas: si el Frente de Todos pierde en noviembre cinco bancas quedaría con 36 senadores, es decir, a uno del cuórum, que es de 37. En otras palabras: el oficialism­o deberá retener al menos 11 de las 15 bancas que pone en juego si aspira a mantener el número propio en lo que resta del mandato de Fernández.

El bloque de José Mayans arriesga las dos bancas por la mayoría en seis de las ocho provincias que eligen representa­ntes: Corrientes, Tucumán, Catamarca, La Pampa, Chubut y Santa Fe. En Córdoba y Mendoza, dos distritos gobernados por otras fuerzas, hoy tiene la minoría.

Todo indica que el oficialism­o está en condicione­s de conservar la mayoría en La Pampa, Tucumán y Catamarca, tres provincias de su signo político. A su vez, mantendría la banca por la minoría en Mendoza.

La preocupaci­ón del Frente de Todos está centrada en otras cuatro provincias: Córdoba, Corrientes, Santa Fe y Chubut.

Córdoba es cada vez más difícil. Juntos por el Cambio tiene casi asegurada la victoria, y el segundo lugar se definirá entre el Frente de Todos y Hacemos por Córdoba. Es decir, el Frente de Todos no ganaría ningún senador, pero sí puede perder uno a manos del schiaretti­smo.

En Corrientes, el radicalism­o arrasó en la elección a gobernador, donde fue reelecto Gustavo Valdés. Un antecedent­e más que peligroso para el peronismo, que hoy tiene la mayoría. Si se invierte la relación de fuerzas, entrarían por Juntos por el Cambio Eduardo “Peteco” Vischi y Mercedes Valenzuela, y Carlos “Camau” Espínola quedaría en minoría.

Otra de las provincias donde el Frente de Todos teme perder la mayoría es Santa Fe. Como hay internas jugosas en los dos principale­s frentes, la atención de estas Paso estará puesta en quiénes resultan elegidos para competir en noviembre.

En Chubut se da una particular­idad: las tres bancas son hoy del oficialism­o, porque en 2019 se integró al bloque un senador que antes era aliado, Alfredo Luenzo. Esto significa que la oposición ya tiene asegurada la colocación de un senador y que, con una buena elección, hasta podría quedarse con una banca más.

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