El tapabocas, casi ausente en parques, paseos y otros espacios al aire libre
En un recorrido realizado por La Voz en el Parque de las Tejas y el parque Sarmiento, se constató que, en general, las personas no utilizan el barbijo al aire libre. La principal razón por la que evitan el uso es a raíz de que están en un grupo con el que comparten diariamente y se encuentran alejados de desconocidos. Son sus “burbujas” sociales.
Otro de los motivos aparece a raíz de la circulación de aire, mientras algunos piensan que el riesgo de contagio es nulo, otros piensan que lo disminuye, como Antonella (21) quien reflexiona: “sabemos que hay probabilidad de contagio, pero mucho menor”.
“Para mí no es necesario por ser un espacio libre y ventilado, mientras mantengamos cierta distancia entre grupos”, opina Juan Cruz (24), uno de los jóvenes que pasa el rato en el Parque de las Tejas.
Por su parte, Sofía (22) expresa: “si lo uso o no depende de la cantidad de gente, si hubiera muchas personas agrupadas en el parque probablemente lo usaría”, una frase que aparece como opinión generalizada.
Otro dato que los consultados consideran a la hora de tomar esa decisión es la aplicación de la vacuna. Sebastián (32), caminando por el parque Sarmiento, cuenta: “Con mi amigo estamos vacunados con las dos dosis. Aun así, el barbijo es necesario para prevenir la proliferación del virus”.
“Para mí no es tan necesario por estar al aire libre y no estás cerca de las otras personas, incluso caminando en la calle. En lugares cerrados si es necesario”, opina Agustín, de 23.
La mayoría de los grupos comparte mates y bebidas, muy pocos de los visitantes de los espacios verdes planifican llevar cada uno su mate. “Creo que todos estamos más relajados”, determina Joaquín (19).
“Por lo general usamos el barbijo cuando estoy con personas que no conozco”, aporta Mariana, de 18. “Inclusive compartimos el mate porque ya nos conocemos. Además, tengo las dos dosis”, agrega Sebastián, de 22.
“Estoy compartiendo con ellas sin barbijo porque convivimos en la misma habitación en una residencia”, revela Daiana, de 23. “No usamos en el parque porque siempre nos juntamos las tres y nos cuidamos, no interactuamos con el resto. Sería incómodo tomar mates con el barbijo”, agrega Brisa, de 21. “Si vas a tomar mates o comer me parece innecesario usarlo”, dice Juan, de 20 años.
Algunos de los argumentos que se repiten, en todas las consultas, la gran mayoría, a cara descubierta.