En una pizzería facilitaban la prostitución de mujeres
Dos hombres fueron condenados por cobrarles una suma fija a las trabajadoras sexuales. El local está ubicado en el Centro.
En fallo unipersonal, el juez de la Cámara 6ª del Crimen de la ciudad de Córdoba Pablo Brandán condenó la semana pasada a dos hombres por el delito de facilitación de la prostitución, a uno de ellos agravado por la participación de una adolescente de 17 años.
Los condenados fueron Braian Eduardo Britos (33), que, con el agravante, recibió 10 años de prisión, y Pablo Fernando Gómez (34), que deberá purgar cuatro años de encierro. Las penas coincidieron con lo que había solicitado el fiscal de Cámara Marcelo Altamirano durante los alegatos.
Ambos explotaban una pizzería de la esquina de Oncativo y Alvear, en el Centro de la ciudad de Córdoba, pero según la acusación les cobraban un “peaje” diario a mujeres que se sentaban en las mesas a la espera de clientes, para luego tener relaciones en los baños del local gastronómico.
Según la instrucción practicada por la fiscal de 1° Turno de Delitos contra Integridad Sexual, Alicia Chirino, los hechos descriptos en el expediente transcurrieron entre los primeros días de enero de 2019 y el 20 de diciembre de ese mismo año.
La actividad de prostitución cobraba mayor relevancia los viernes, cuando al caer la tarde arribaban al lugar trabajadores de una cooperativa que cobraban sus jornales al finalizar la semana.
“Mayormente los días viernes, en horas de la tarde, Braian Eduardo Brilos tos y Pablo Fernando Gómez, a cargo sucesivamente del local con nombre de fantasía El Rey de la Pizza Quadratta, que tendría en principio como objeto una explotación gastronómica, facilitaron el ejercicio de la prostitución de mujeres de diferentes edades”, decía la acusación.
Durante la acusación, la fiscal Chirino describió entre esas mujeres a dos, una mayor de edad y la otra de entre 16 y 17 años, según la fecha de los hechos continuados. Se señala y así quedó demostrado en el juicio oral que Britos y Gómez “allanaron el ejercicio de la actividad, permitiendo el acceso y uso de las instalaciones del local” para lo que les cobraban a las mujeres una suma fija de 300 pesos diarios, “sin importar el número de hombres destinatarios de los servicios sexuales”.
Siempre según lo descripto en la etapa penal preparatoria, “las mujeres, previo pagar esa suma de dinero, se sentaban a una mesa en espera de clientes” y luego tenían “pases” a los baños (de hombres y mujeres) de la pizzería.
También se indica que hubo otros encuentros sexuales en hoteles y residenciales de la zona del Mercado Norte.
Gómez tenía una posición más aliviada por haber adquirido la explotación de la pizzería a mediados de diciembre de 2019, pocos días antes de que cayera la Policía y ejecutara el allanamiento.
Casualmente, el primer día que estuvo sólo en la atención al público se produjo el operativo policial y judicial que dio por terminada la explotación del local. Por eso, a lo largo de toda la causa su defensor Miguel Juárez Villanueva discutió el real protagonismo de Gómez en la situación y logró que se cayera el agravante de la facilitación de la prostitución a una menor. Por eso, por la figura simple, su cliente recibió el mínimo de la pena, de cuatro años de prisión (el máximo es seis).
“En el lugar se constató la presencia de siete mujeres, entre ellas una menor de edad, quienes fueron trasladadas a sede judicial y, en cuanto a la menor, puesta a disposición de la Senaf ”, informó la Policía el día del operativo.