Comisario preso por balear la casa en la que estaba su ex
El caso, que nunca fue informado por los canales oficiales, ocurrió en medio de una seguidilla de femicidios cometidos por uniformados con sus armas reglamentarias.
En medio de una secuencia de femicidios cometidos por policías cordobeses con sus armas reglamentarias, se produjo otro grave episodio de violencia de género que tuvo a un alto jefe involucrado y que recién ahora comienza a salir a la luz.
Se trata de una investigación judicial que mantiene detenido desde hace 10 días a un comisario de apellido Salinas, quien pertenece a la división Investigaciones Criminales y estaba adscripto a la Escuela del Crimen de la institución.
La fiscal Claudia Rita Palacios ordenó su detención tras acumular tres denuncias en su contra: dos por amenazas y una tercera por haber tiroteado la casa de una expareja, según se investiga.
Si bien no hubo ninguna información oficial al respecto, a través de diversas fuentes La Voz pudo establecer que meses atrás Salinas quedó con tareas no operativas (TNO) luego de que una exnovia lo denunciara por violencia de género. TNO significa que al policía se le retiene el arma y queda asignado a funciones pasivas.
Ahora, hace 10 días, Salinas habría comenzado a perseguir a su exmujer, con quien tiene una hija en común. O sea, se trataría de una segunda pareja a la que habría hostigado en poco tiempo, según se investiga. Fue en el marco de este seguimiento que el comisario habría baleado la casa de un conocido de su exmujer, cuando ella había ido a visitarlo. Según la denuncia, en total hubo dos balaceras en días consecutivos contra la misma vivienda ubicada en un barrio de la zona nordeste de la ciudad de Córdoba.
Luego de juntar todas las denuncias, la fiscal Palacios ordenó allanar la vivienda de Salinas, donde se le secuestró otra arma de fuego, ya que la reglamentaria se le había retenido cuando se dispuso que quedara con tareas no operativas.
Siempre según consta en la causa, las balaceras se habrían producido entre el domingo 11 y el lunes 12 de este mes. Horas después, Salinas quedó detenido.
Seguidilla
Ese mismo domingo a la madrugada, en la ciudad de Alta Gracia el policía Carlos Suárez (40) asesinó con su arma oficial a su pareja, la también policía Carolina Figueroa (36). El femicida, luego se quitó la vida. Suárez ya tenía una causa por haber agredido a un hermano suyo tiempo atrás.
Una semana antes, en la población de Silvio Pellico, el suboficial Ezequiel Seia (37) mató a su pareja, Romina Depetris (34), y luego se quitó la vida con la misma pistola reglamentaria. Los dos hijos de la mujer, un nene de 6 años y una adolescente de 17, estaban en el hogar.
El 20 de diciembre anterior, el cabo Jorge Vázquez (35), de la Dirección de Comunicaciones de la Policía (101), primero golpeó con fiereza a su pareja, Carla Anabella Oviedo (31), y luego la mató de varios balazos en un departamento de barrio San Martín, de la ciudad de Córdoba. Acto seguido, se quitó la vida. Carla era mamá de tres chicos: unos mellizos de 12 y una nena de 8.
Estos violentos episodios vuelven a poner bajo una gran lupa tres aspectos clave en el interior de la Policía de Córdoba: el estado psicológico de los uniformados en actividad, los controles internos a los que son sometidos (o a los que deberían ser sometidos) y si es necesario que todos se lleven sus armas a sus hogares, fuera del horario de trabajo.
Ante esta seguidilla de casos de violencia de género con policías armados como protagonistas, desde la Jefatura que lidera Liliana Zárate (la primera jefa en la historia de la institución) designaron al jefe de Medicina Laboral de la Policía, Gabriel Bosque, para que intente explicar qué estaba sucediendo en el interior de la fuerza. Bosque dijo que los casos de violencia en general, y de violencia familiar en particular, “institucionalmente preocupan y ocupan”. “Las luces amarillas o rojas no las prendemos a hechos consumados, la institución viene trabajando con una política preventiva muy fuerte. Es por eso que hay resoluciones para valoraciones periódicas del personal policial que se venían haciendo y se intensifican para hacer un trabajo preventivo”, señaló a radio Suquía.