UNO X UNO ALBIAZUL
HERRERA. No tuvo responsabilidad en el gol y le tapó una a Márquez en el primer tiempo.
BUFFARINI. Le costó mucho controlar a Márquez en la etapa inicial. No pasó al ataque y fue reemplazado por Portillo. No fue el jugador del clásico contra Belgrano. BENAVÍDEZ. Jugando de central, quedó desacomodado algunas veces cuando Cazares se tiró por su espacio. Le costó acomodarse.
RODRÍGUEZ. Tuvo algunos desacoples con Benavídez, pero jugó al límite por la forma en que los delanteros del Rojo lo encaraban MARTINO. La desgracia se alió con él en su gol en contra y los nervios lo traicionaron. Terminó expulsado, pero antes tuvo problemas para tomar las marcas. VILLAGRA. Le costó bastante recuperar la pelota y manejar los tiempos del equipo, como es su costumbre. Y ayer el equipo sintió sus falencias. No aportó el juego desde el medio que siempre le da a la “T”. ORTEGOZA. No fue el acompañante
que necesitaba Villagra y perdió mucho por su sector. Tampoco fue salida ni aportó claridad. Fue reemplazado en el complemento. DEPIETRI. Uno de los nuevos refuerzos de la “T” arrancó bien por la banda derecha, pero se fue diluyendo y perdiendo gravitación con el correr de los minutos. GARRO. Talleres extrañó su claridad, su juego y su pegada de siempre. En especial, el equipo sintió esas carencias en el primer tiempo. PIZZINI. Otro que comenzó bien y se fue diluyendo con el correr del juego. Otro que no fue el del clásico contra Belgrano.
SANTOS. El uruguayo lo buscó siempre, pero entre el arquero Rey, quien le sacó un gol cantado en el segundo tiempo, y la mala fortuna para definir, se quedó con las ganas.
OLIVA. Reemplazó a Ortegoza.
Colaboró en la marca.
BARRERA. Entró por Depietri para darle más tenencia al equipo.
BUSTOS. Entró muy poco en contacto con el balón.
PORTILLO. Jugó un puñado de minutos, pero el refuerzo albiazul mostró buen quite y manejo.
ZALAZAR. Intentó desbordar por derecha.