Rusia acusa a Ucrania de atacar hospitales en la zona ocupada
Moscú acusó a Kiev de cometer crímenes de guerra y cuestionó a Estados Unidos y a la Otan de participar en el conflicto.
Rusia acusó ayer al Ejército ucraniano de cometer crímenes de guerra por los presuntos bombardeos a dos hospitales en Lugansk y Jerson, y volvió a advertir a la Otan por la “indiferencia” por proporcionar información de Inteligencia para la ejecución, lo que convierte a los países de la Alianza Atlántica, según Moscú, en participantes directos en el conflicto.
Rusia denunció el sábado que al menos 14 personas murieron y otras 34 resultaron heridas en un ataque aéreo ucraniano sobre un hospital de Novoaidar, en la zona bajo control de Moscú de la región oriental de Lugansk.
El ataque, afirmó, fue mediante un sistema de lanzamiento múltiple de cohetes Himars suministrado por Estados Unidos.
Por ese motivo, el Kremlin acusó a Washington de estar directamente implicado en la guerra de Ucrania, igual que acusó a la Otan tanto por la “falta de reacción exhibida” como por proporcionar “información de inteligencia por satélite” que sirvió de base a estos ataques.
No fue el único ataque que reportó Moscú: dijo que también el sábado, en la ciudad de Nova Kajovja, en la región de Jerson, impactaron 17 cohetes, un tercio de los cuales dieron en la zona del hospital local, sin que se tenga constancia de víctimas.
“La indiferencia de Estados Unidos y otros países de la Otan ante este pisoteo monstruoso del derecho Internacional humanitario por parte de Kiev confirma una vez más su implicación directa en el conflicto y en los crímenes que se están cometiendo”, aseguró el Ministerio de Exteriores de Rusia en un comunicado.
“Todos estos actos de anarquía criminal perpetrados por los grupos armados de Kiev, bajo los auspicios de Occidente, no quedarán impunes. Están cuidadosamente registrados.
Los organizadores y perpetradores sufrirán un castigo inevitable”, avisó el Ministerio en el comunicado.
Silencio en Kiev
Las autoridades ucranianas no se pronunciaron sobre estas acusaciones, pero sí denunciaron numerosos ataques contra la ciudad de Jerson, capital de la región homónima, que habrían dejado varios fallecidos.
La administración ucraniana de la ciudad informó que el primer bombardeo comenzó a la medianoche del sábado y alcanzó una empresa de servicios públicos.
Rusia, asegura la administración, lanzó desde entonces otros seis ataques, uno de los cuales alcanzó un hospital y causó heridas a una enfermera.
El balance provisional de víctimas por estos bombardeos, según Ucrania, era de un fallecido y dos heridos, contando a la trabajadora sanitaria.
Alemania
En tanto, el canciller alemán, Olaf Scholz, afirmó que seguirá intentando poner fin a la guerra en Ucrania a través de negociaciones directas con el presidente ruso, Vladimir Putin.
Desde Chile, país al que arribó luego de haber visitado Argentina, Scholz indicó: “Volveré a hablar con Putin por teléfono, porque necesitamos hablar entre nosotros. Depende de Putin retirar las tropas de Ucrania y detener esta terrible guerra sin sentido que ya ha costado cientos de miles de vidas.
El canciller recordó que las conversaciones telefónicas anteriores con Putin “no fueron de tono grosero”, aunque aceptó que el líder ruso insistió en que quiere “anexionar por la fuerza partes de su país vecino”, lo que es “inaceptable”.
Pero en aquel momento el Kremlin aclaró de inmediato que “no hay planes para conversaciones acordadas”, aunque dejó sentado que Putin “ha estado y sigue estando abierto a los contactos”.