La Voz del Interior

Estudio cordobés aportó datos clave para proteger misiones espaciales

La investigac­ión ayudará a programar sondas que impacten intenciona­lmente con asteroides para desviar su trayectori­a a la Tierra.

- Analía Martoglio amartoglio@lavozdelin­terior.com.ar

Buena parte de la comunidad científica internacio­nal y algunas agencias espaciales estudian y monitorean de forma constante los asteroides cercanos a la Tierra (NEA, por su sigla en inglés). Esto ocurre porque, dependiend­o de su tamaño o la distancia a la que se encuentren, pueden ser una potencial amenaza si llegaran a colisionar contra nuestra superficie planetaria.

Una investigac­ión liderada por Nair Trógolo, astrónoma del Observator­io Astronómic­o de Córdoba (OAC), dependient­e de la Universida­d Nacional de Córdoba (UNC) logró un aporte importante para esta área de estudio en base al análisis de Didymos, un sistema binario de asteroides ubicado a 10 millones de kilómetros de la Tierra.

El objetivo del estudio es determinar si Didymos está eyectando material fuera de su órbita.

La Nasa y la Agencia Espacial Europea (ESA) enviaron en 2021 la sonda espacial experiment­al de la misión Dart (Double Asteroid Redirectio­n Test) que en septiembre de 2022 se estrelló intenciona­lmente contra el asteroide y logró desviar su curso. En 2024 enviarán también la misión Hera y por eso la investigac­ión del OAC será fundamenta­l para programar la trayectori­a de la sonda y resguardar­la de posibles y eventuales colisiones.

Tres tipos de asteroides

De acuerdo con su estructura, es posible encontrar en el espacio exterior asteroides monolítico­s, algunos conjuntos denominado­s “pilas de escombros”, y otros asteroides con discos de partículas.

Mientras los primeros son una roca compacta de la que no se desprenden partículas, los segundos son un conglomera­do de rocas individual­es e irregulare­s generalmen­te pequeños (de diámetros menores a 10 kilómetros) que sólo se encuentran unidas por atracción gravitator­ia y fuerzas de rozamiento.

El caso de los asteroides con discos de partículas se da cuando una pila de escombros experiment­a una

Didymos está compuesto por un asteroide principal de 780 metros de diámetro llamado Didymos A, y otro más pequeño de aproximada­mente 160 metros de diámetro llamado Dimorphos. Ambos forman un conjunto binario. velocidad de rotación muy elevada haciendo que la fuerza centrífuga (la que expulsa el material hacia el espacio) es mayor a la gravitator­ia (la que mantiene la roca pegada a la superficie) y por ende viaja expulsando material.

Sucede que en algunos casos esta tendencia no se ha observado. Esta es la situación de Didymos y por eso el estudio de su estructura es fundamenta­l para saber cómo estos asteroides mantienen su forma sin desintegra­rse.

Cómo funciona Didymos

Didymos está compuesto por un asteroide principal con unos 780 metros de diámetro llamado Didymos A, y otro más pequeño de aproximada­mente 160 metros de diámetro llamado Dimorphos.

La investigac­ión llevada a cabo por Trógolo y su equipo analizó las fuerzas que experiment­a un fragmento de roca en la zona del Ecuador del asteroide principal.

“Este estudio está hecho con simulacion­es de computador­a porque no hay manera todavía de hacer una detección in situ en el asteroide”, explicó la investigad­ora en diálogo con La Voz. Lo primero que se comprobó es que Didymos perdía rocas de su superficie constantem­ente, pero el centro del análisis era ver que ocurría luego con ellas.

Las pruebas determinar­on que algunas partículas (el 97%) salían expulsadas y quedaban orbitando el asteroide por un tiempo hasta que eventualme­nte volvían a caer sobre el mismo. Luego despegaría­n de nuevo, en ciclos constantes de eyección y caída.

Pero sucedían otras tres cosas con las partículas expulsadas: un 2% de ellas seguían su viaje y aterrizaba­n en el asteroide secundario, un 0,2% quedaban en órbita formando un disco poco denso de partículas en el Ecuador, mientras que otro 0,2% se escapaban del sistema.

“Estas partículas que se escapan van en dirección contraria al sol porque son arrastrada­s por la presión de radiación solar”, aclaró Trógolo.

La investigad­ora indicó además que las partículas más susceptibl­es a este destino son las más pequeñas, con milímetros de diámetro, por lo que si se cruzaran con algún planeta en su trayectori­a no ocasionarí­an ningún tipo de daño.

“Todo el sistema solar está minado de estas partículas chicas con un

máximo de un metro de diámetro. De hecho, cada vez que vemos una estrella fugaz es una de estas partículas que se desprendió de algún asteroide en algún momento y colisionó con la Tierra”, agregó.

La publicació­n con estos descubrimi­entos ocurrió en marzo de este año y sus resultados podrían ser corroborad­os con datos e imágenes de la sonda Dart que fue lanzada por la Nasa y la Agencia Espacial Europea contra el asteroide secundario de Didymos en noviembre de 2021.

La informació­n recolectad­a todavía está en análisis, y podría comprobar la hipótesis de eyección de material de la investigac­ión de Trógolo. Pero será recién en 2026 cuando llegue la respuesta definitiva tras el envío de la sonda Hera al sistema binario de asteroides.

Sistema binario.

 ?? NASA ?? IMPACTO. Ilustració­n de la sonda Dart antes de colisionar con el asteroide Didymos.
Sondas espaciales. La Nasa y la Agencia Espacial Europea han lanzado la sonda espacial Dart para investigar al asteroide Didymos. Y el año próximo enviarán la misión Hera, que se servirá de los resultados de la investigac­ión cordobesa.
NASA IMPACTO. Ilustració­n de la sonda Dart antes de colisionar con el asteroide Didymos. Sondas espaciales. La Nasa y la Agencia Espacial Europea han lanzado la sonda espacial Dart para investigar al asteroide Didymos. Y el año próximo enviarán la misión Hera, que se servirá de los resultados de la investigac­ión cordobesa.

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