Condenado. 12 años por asesinar al hermano
Ocurrió en 2022 en el Parque de la Vida, en la Capital. Estafó a su víctima, luego lo amenazó y finalmente lo mató a puñaladas.
Aquel 25 de octubre de 2022, Córdoba se estremeció. En barrio Rosedal Anexo, un hombre mató a su hermano luego de estafarlo y amenazarlo. Siete meses después, en la Cámara 5ª del Crimen se realizó un juicio abreviado en el cual el acusado Ariel Eduardo Pereyra (47) admitió los cargos y recibió una condena de 12 años de prisión por el homicidio de su hermano, el taxista Sandro Alejandro Pereyra (52).
Ariel Pereyra era un consumidor de cocaína que, a pesar de la actitud comprensiva de su hermano Sandro, tenía actitudes negativas con él.
El mayor lo protegía, lo ayudaba con su consumo de estupefacientes, lo cobijaba, pero el menor no le correspondía con buenos tratos.
Ese 25 de octubre Ariel ingresó a un galpón donde su hermano taxista guardaba numerosos elementos de valor. Según la acusación, se llevó cuatro neumáticos de automóvil y una bicicleta de la hija de Sandro. Las cubiertas fueron vendidas a un tercero y el biciclo desapareció definitivamente.
Al reclamarle Sandro por los elementos que se había llevado, Ariel se enojó, lo amenazó y le dijo que iba a quemarle la casa. Ante esto, para proteger su taxi, Sandro fue a llevar el vehículo con el que trabajaba al garaje de un familiar, pero fue interceptado por Ariel en otro auto, en clara actitud de acoso.
Al bajarse ambos hermanos de los vehículos, en la intersección de las calles Olivares y Echeverría, frente al Parque de la Vida, Ariel comenzó a agredir a su hermano y lo agredió con una cuchilla.
La agresión fue muy violenta y sin contemplaciones.
12 puntazos
En total, Ariel le produjo a Sandro 12 cortes en diferentes partes del cuerpo. Once de las heridas fueron superficiales y en su mayoría producto de la actitud defensiva de la víctima. Pero otro estiletazo dio en el cuello y seccionó una arteria.
Sandro alcanzó a comunicarse con su esposa, mientras era trasladado en su taxi hasta el Hospital Misericordia. Ingresó prácticamente sin vida, desangrado.
Tras la agresión, Ariel Pereyra dejó abandonado en ese lugar el Chevrolet Corsa en el que se trasladaba y huyó de a pie. Estuvo varios días prófugo, hasta que la Policía logró ubicarlo y lo detuvo pocos días después, el 3 de noviembre.
La instrucción de este crimen, a cargo del fiscal de Violencia Familiar y de Género Pablo Cuenca Tagle, fue ágil y la defensa no presentó recursos de oposición, por lo que el expediente rápidamente fue enviado a juicio.
En la Cámara 5ª del Crimen, el fiscal Marcelo Fenoll propuso un juicio abreviado, con una pena de 12 años, cuatro años por encima del mínimo de la escala para un homicidio simple. La acusación incluía cuatro hechos, tres en perjuicio de Sandro estafa, amenazas y homicidio- y una amenaza a otro hermano mayor.
Confesión
El juicio en sala unipersonal a cargo de la vocal María Susana Beatriz Blanc Gercizich de Scapellato se inició con la aceptación lisa y llana de todos los cargos por parte del acusado Ariel Pereyra.
Ni él ni la defensa cuestionaron el monto de la pena pedida por el fiscal (tras el acuerdo) y aceptaron los 12 años de encierro.
Surgió en el debate la problemática del consumo de drogas por parte del acusado, una flagelo recurrente en los tribunales a la hora de analizar los porqués de los delitos, en particular de las agresiones que terminan en homicidio. En la presente semana, en la misma Cámara 5ª del Crimen, se realizó otro juicio con otra condena por homicidio entre hermanos, también bajo efectos del consumo de estupefacientes.