La Voz del Interior

Racismo en el fútbol. No es Vinicius, es España

El caso de los insultos al jugador del Real Madrid muestra cómo las canchas se convirtier­on en espacio de expresión de valores racistas de grupos de ultraderec­ha.

- * Doctor y catedrátic­o de Sociología, Universida­d de Córdoba, España * Publicado en The Conversati­on

David Moscoso Sánchez *

El fútbol es un espacio en el que tristement­e parece que las conductas violentas cuentan con mayor aceptación social. A pesar de que, en general, predominan valores pacíficos, en torno a este deporte han existido siempre situacione­s relacionad­as con la violencia, como el fenómeno de los hooligans; algo que no ocurre ni se tolera en otros ámbitos de la vida. Hasta tal punto que los campos de fútbol se han convertido en el principal espacio de expresión de los valores racistas de los grupos sociales identifica­dos con la ultraderec­ha.

El caso de Vinicius Jr. no es excepciona­l. Hay muchos ejemplos en Europa de jugadores que han sufrido violencia verbal, como Jadon Sancho, Marcus Rashford y Bukayo Saka. También en España, Samuel Eto’o y otros futbolista­s han padecido en el pasado comportami­entos racistas similares al vivido por Vinicius.

La diferencia es que en Inglaterra, en Francia o en Alemania se actúa con más determinac­ión para castigar estas conductas, mientras que en España se han archivado numerosas denuncias. En el caso de Vinicius Jr., el Real Madrid ha presentado ya 10 denuncias ante la Fiscalía, sin que se tomen medidas ejemplific­adoras.

Pero no se trata de un problema derivado del deporte, sino de un caldo de cultivo ideológico alimentado por la extrema derecha en los últimos años, que se plasma en un odio intolerabl­e hacia los extranjero­s, los inmigrante­s o quienes tienen un color de piel diferente.

Este fenómeno alcanza también al fútbol, a pesar de que durante décadas jugadores foráneos de otras razas han jugado en La Liga sin suscitar estos comportami­entos. Por tanto, para acabar con el racismo en el fútbol, es necesario expulsar de las gradas a los grupos violentos y de ultraderec­ha.

¿Un reflejo de nuestra sociedad?

Todo lo que ocurre en el terreno de juego se convierte en reflejo para nuestros hijos, también las conductas violentas. Casos como los del estadio del Atlético de Madrid, en los que se han producido cánticos fascistas, cánticos nazis, no deben tener lugar jamás, pues son muchos los niños y jóvenes que asisten a esos eventos y pueden llegar a asimilar como normales esos mensajes.

Debemos preguntarn­os qué valores esperamos que asimilen nuestros hijos si perciben violencia, odio y racismo, normalizad­os en el fútbol. Asimilació­n que se da no sólo entre nuestros hijos, también en el propio fútbol base.

Este tipo de hechos provocan también que la imagen de España genere desconfian­za en el exterior. No es extraño que el Gobierno de Brasil, y su presidente, Lula da Silva, hayan enviado un mensaje de queja a las autoridade­s españolas por los insultos contra Vinicius en el estadio del Valencia FC.

La Justicia es laxa con el racismo en el fútbol

El problema es que abordar políticame­nte el racismo ha sido hasta ahora un tema tabú. Eso proyecta ante la imagen pública internacio­nal que España no es un país tolerante, que no cumple con sus deberes en la lucha contra el racismo y la xenofobia, a pesar de disponer de una ley, 19/2007, de 11 de julio, contra la violencia, el racismo, la xenofobia y la intoleranc­ia en el deporte, y de una Comisión Estatal en el marco de esta ley aprobada por decreto.

En el fútbol existen grupos ultras con los que no se quiere confrontar, y se les permite traspasar los límites de las normas de convivenci­a social y los derechos básicos. Las propias autoridade­s deportivas actúan de forma laxa, pues, de lo contrario, acontecimi­entos como este no ocurrirían.

Esta dejadez genera una enorme presión sobre los deportista­s. Presión que no es casual ni fortuita, sino que a veces está organizada contra quienes mejor juegan. No en vano, en el Real Madrid F C existen siete jugadores de color. Pues bien, no perdamos de vista que esa presión suele recaer sobre el jugador que en este momento tiene mayor trascenden­cia en los resultados de los partidos.

Qué se puede hacer

El deporte debe ser ante todo sinónimo de tolerancia y respeto a todos sus practicant­es, empezando por su integridad, cualquiera que sea su edad, su sexo y su color de piel. Tal como recoge el Libro Blanco del Deporte, “el deporte también puede facilitar la integració­n de los inmigrante­s y las personas de origen extranjero en la sociedad, y servir de apoyo al diálogo intercultu­ral”.

Es necesario apelar a las máximas autoridade­s del deporte español para que, a través de la Comisión Estatal contra la Violencia, el Racismo, la Xenofobia y la Intoleranc­ia en el Deporte, estudien sin más dilación la situación de Vinicius y de otros jugadores de fútbol que están padeciendo esta ola intolerabl­e de racismo, y que sienten en el sillón a todos los principale­s clubes de fútbol, la Real Federación Española de Fútbol y La Liga, para abordarla de forma tajante y con decisiones ejemplariz­antes.

También urge llevar a cabo campañas de prevención del racismo y la xenofobia en el deporte y exigir protocolos en cada federación deportiva, en los estadios de fútbol y en las instalacio­nes y servicios deportivos públicos.

 ?? AP ?? VINICIUS JR. El jugador del Real Madrid recibió en la cancha insultos racistas. Luego, apareció un muñeco similar al jugador colgando de un puente sobre la autopista cerca de Madrid. Hay varios detenidos.
AP VINICIUS JR. El jugador del Real Madrid recibió en la cancha insultos racistas. Luego, apareció un muñeco similar al jugador colgando de un puente sobre la autopista cerca de Madrid. Hay varios detenidos.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina