Interna libertaria: un desaguisado político bajo la lupa de la Justicia
Sin experiencia, los libertarios avanzan en una construcción propia para no depender de socios en 2025. La lucha intestina es cruel, y la ampliación del oficialismo genera más dudas.
El espacio libertario transita una feroz interna que tiene varias placas tectónicas en pleno movimiento, con la Justicia federal posando su lupa sobre los expedientes que se acumulan en los despachos del fiscal federal Enrique Senestrari y del juez con competencia electoral Alejandro Sánchez Freytes.
El primer tironeo es por el uso del nombre “La Libertad Avanza”, un sello que se utilizó en 2023 y que en el caso de Córdoba conformaron tres partidos: el Partido Demócrata, el Movimiento de Integración y Desarrollo (MID) y la agrupación Unión Celeste y Blanca.
En la Justicia electoral federal se acumulan dos expedientes para ver qué tribu se queda con el nombre: el que presentó el ex-PRO Abelardo Losano, quien, junto con el actual legislador Agustín Spaccesi, fue uno de los primeros libertarios, y la reserva hecha por el diputado nacional Gabriel Bornoroni, a través de Marcos Patiño Brizuela, actual titular del Pami en Córdoba.
El Partido Demócrata y el MID advierten que el nombre “La Libertad Avanza” no podrá ser utilizado por otra fuerza política hasta por lo menos 2027.
Fue en el marco de la disputa por la creación del partido La Libertad Avanza por el que llegaron a Córdoba el presidente de la Cámara de Diputados de la Nación, Martín Menem, y la secretaria General de la Presidencia, Karina Milei. Se trató de un apoyo explícito a Bornoroni, a quien bendijeron como el único referente del oficialismo en Córdoba.
En los Tribunales federales, en cambio, la presencia de la hermana del titular del Ejecutivo nacional y del presidente de una de las cámaras del Poder Legislativo fue tomada como un“lobby inaceptable”, un “avasallamiento a la división de poderes”.
“Menem y Karina llegaron a Córdoba para llevarse la primera junta promotora de La Libertad Avanza y se llevaron el malestar del juez (Alejandro) Sánchez Freytes”, dijo un funcionario de la Justicia federal, quien aseguró que el malestar del magistrado con competencia electoral fue evidente.
Mientras cinchan por la creación del partido político “La Libertad Avanza”, Abelardo Losano presentó una denuncia en la que acusa a Bornoroni de haber utilizado los datos de quienes se inscribieron para intervenir como fiscales en las elecciones presidenciales como firmantes de las adhesiones necesarias para dar trámite a la constitución de un partido político. Losano dice que esa situación llegó a su “conocimiento”, pero no tiene pruebas concretas.
“Es una denuncia sin sustento, una chicana; las fichas ya fueron verificadas”, insisten cerca de Bornoroni para desacreditar a Losano, a quien emparentan con Spaccesi.
En cambio, en la tribu que integra Losano, hay expectativa respecto de “procesamientos al ‘bendecido y su banda’, lo que provocaría un escándalo nacional”.
Mientras esa novela sigue su curso, Bornoroni logró poner en las principales sillas del Estado nacional en Córdoba –Pami y Anses– a sus dos socios, Patiño Brizuela y Andrés Bauzá, respectivamente. Es una acumulación de poder clave para lo que viene.
Rodolfo Eiben, quien llegó al Parlasur en la misma boleta que llevó a Bornoroni a la Cámara Baja, advirtió a los suyos que el diputado “quiere usar a los dos organismos como aspiradora” para vaciar de dirigentes al Partido Demócrata.
Con este mar de fondo, los enemigos internos de Bornoroni van por él,
con Spaccesi y con Eiben a la cabeza. Vale aclarar que no son socios; al contrario, el desprecio político es mutuo: Spaccesi acusa a Eiben de “kirchnerista”, y este dice que responderle al legislador provincial es “rebajarse”.
Fuera de estos expedientes, Spaccesi espera tener para el año próximo el sello Partido Libertario, con el objetivo de sentarse a negociar cómo integrarse a las listas de La Libertad Avanza. Bornoroni será el primero en enfrentarlo.
Las peleas en el bloque
Denuncia y chicana
En paralelo, Bornoroni sufrió un duro revés en el seno del bloque de diputados de La Libertad Avanza. En una jugada avalada por Menem, intentó desplazar a Oscar Zago, del MID, de la presidencia de la tropa libertaria. La jugada terminó cuando las diputadas que hablan directamente con Javier Milei, entre ellas Lilia Lemoine y la cordobesa Celeste Ponce, confirmaron que el golpe no tenía el aval de la Casa Rosada, por lo que Zago salió con anabólicos.
Al margen de la disputa doméstica, lo cierto es que tanto en el MID como en el Partido Demócrata advierten las dificultades que tendrán los libertarios de crear el partido La Libertad Avanza.
“Quizá puedan hacer un partido con otro nombre, pero el sello ‘La Libertad Avanza’ corresponde a la alianza que conformamos el MID, el Partido Demócrata y Unión Celeste y Blanco, por lo cual no podrán utilizar esa designación hasta 2027”, confían los socios de Milei.
En ese sentido, un dirigente que, sin ser libertario, integra el oficialismo nacional se sincera: “Vamos a una alianza con el PRO y sectores de Juntos por el Cambio, yo no sé cómo se va a resolver esa lista sin internas”, dice respecto de la confluencia de libertarios, liberales y algunos radicales.
De los nueve diputados que renuevan sus bancas el año que viene, seis llegaron por el extinto sello Juntos por el Cambio. De estos, tres son del PRO (Oscar Agost Carreño, Héctor Baldassi y Laura Rodríguez Machado) y tres corresponden a la UCR (Gabriela Brouwer de Koning, Soledad Carrizo y Rodrigo de Loredo). A estos se suma la aparente intención de Luis Juez de liderar esa boleta.
“No parece que una lista de unidad sea posible, pero esta gente (los libertarios) no entiende mucho de política y piensa que Juez ordena al PRO”, reflexiona otro legislador nacional aliado a Javier Milei.