La Voz del Interior

El dorsal 44

- Luis Heredia lheredia@lavozdelin­terior.com.ar

Una polémica con reminiscen­cias de un pasado que el grueso de los alemanes no quiere que vuelva jamás estalló en el fútbol germano al advertirse que el número 44 de la nueva camiseta del selecciona­do por la tipografía elegida se parecía peligrosam­ente al siniestro símbolo rúnico de las SS nazis, lo que generó una ola de protestas y el inmediato retiro de la casaca de las tiendas online, antes de que hordas de nostálgico­s del nazismo se lanzaran a comprarlas convencido­s de que la Federación Alemana de Fútbol les estaba dando una señal de que los viejos tiempos estaban por regresar y había que prepararse para invadir Polonia y, después, el resto de Europa.

Pero las cosas no quedaron limitadas al polémico 44, ya que el número cuatro, que sí fue utilizado por la selección germano en un par de encuentros, también tiene un perturbado­r parecido con la denominada “runa de la victoria”, que fue utilizada como emblema por las juventudes hitleriana­s, según publicó el diario Bild, lo que llevó a la federación a asegurar que cambiará su diseño radicalmen­te. Según rumores, el lateral derecho germano luciría el cuatro en números romanos (IV) para evitar de esa forma cualquier asociación con la organizaci­ón formativa nazi.

llega a aparecer otra sorpresa de este tipo, le vamos a meter números romanos a todas las camisetas y se terminó el problema”, dijo un dirigente. “Preferimos que nos asocien con las legiones romanas y no con los nazis”, finalizó. Sin embargo, esta iniciativa levantó reparos en las sensibiliz­adas oficinas de la federación donde considerar­on que, si bien las legiones romanas operaron como fuerza de combate hace una bocha de tiempo, sus métodos eran tan sanguinari­os como los de las SS, por lo que habría que buscar algún tipo de números que no estén relacionad­os con la barbarie humana.

En ese punto, un dirigente propuso utilizar números mayas a los que calificó como “inofensivo­s puntos y rayitas tipo código morse, que provienen de una cultura americana constructo­ra de pirámides ya desapareci­da”. Sin embargo, la propuesta fue desechada porque otro dirigente que había visto recienteme­nte un documental sobre los mayas informó que eran muy propensos a las guerras y a realizar poco recomendab­les sacrificio­s humanos en los que se arrancaban corazones a prisionero­s vivos. Además, señalaron que los periodista­s se iban a encontrar en serios problemas para descifrar los números de los jugadores, sobre todo cuando se producen varios cambios simultáneo­s.

En medio de la polémica y de los discusione­s sobre el tipo de números a imprimir en las casacas el Círculo de Cronistas Deportivos Retirados, la filial Ratisbona solicitó responsabi­lidad en la elección del estilo de los números de las casacas de la selección para que no remitan a siniestras organizaci­ones criminales y, a la vez, sean a la vez de fácil lectura para quienes cubren los partidos. “¿Es mucho pedir?”, se preguntó el vocero de la prestigios­a institució­n.

Esta toma de posición obedeció a la versión de que la Federación Alemana tenía también en carpeta la posibilida­d de utilizar números sumerios de tipografía cuneiforme en las camisetas y así evitar nuevos problemas. Sin embargo, esta numeración sólo puede ser interpreta­da por arqueólogo­s altamente especializ­ados y por la antigua clase sacerdotal de sumeria que se extinguió hace unos cuatro mil años aproximada­mente.

Mientras esto se resuelve, siguen las discusione­s sobre cómo llegaron símbolos casi-nazis nada menos que a las camisetas de la selección alemana. Tanto Adidas, la empresa encargada de la confección, como la Federación Alemana dan a entender que “se les pasó”, ya que ninguna de las partes involucrad­as en el diseño “vio alguna proximidad al simbolismo nazi”. Sin embargo, no son pocos los que se preguntan cómo hicieron para no advertir los parecidos en un país donde la simbología nazi está terminante­mente prohibida por ley. Una cosa es que ese diseño de números aparezca, por ejem“Si plo, en las camisetas de Honduras o Benín, países donde segurament­e no están muy familiariz­ados con los símbolos nazis, pero distinto es en Alemania, donde están un poco más empapados con el tema.

En gran medida, este tipo de problemas obedece a la tendencia de ampliar los números a utilizar en las camisetas del 1 al 99 cuando originalme­nte al ser implantado­s en el Mundial de 1954 se llegaba al 22. El tema va a ser si el reglamento permite ampliar a tres dígitos los números porque hay combinacio­nes numéricas esperadas, como el 666, el número que se asocia a Lucifer. “El día que un marcador central adopte ese número, vamos a tener a los Testigos de Jehová encadenado­s a los estadios, o a cristianos apocalípti­cos afirmando que es el anticristo, o que es una señal del final de los tiempos”, señaló con preocupaci­ón un dirigente. Queda claro que la cuestión numérica no es algo para tomar a la ligera.

Si el reglamento permite tres dígitos, hay combinacio­nes numéricas esperadas, como el 666, el número de Lucifer.

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