La Voz del Interior

Las defensoría­s del Pueblo nacional y provincial estarán en la misma sede

La delegación local de la Defensoría del Pueblo de la Nación ya no puede pagar el alquiler, por el ajuste del gobierno de Milei.

- Nicolás Sosa Tillard ntillard@lavozdelin­terior.com.ar

Desde el próximo 2 de mayo, el personal de la oficina regional Córdoba de la Defensoría del Pueblo de la Nación pasará a desempeñar sus tareas en la sede de la Defensoría del Pueblo de la Provincia, en virtud de un convenio de cooperació­n suscripto entre ambas institucio­nes.

“En el marco de este ajuste, desde la oficina central nos advirtiero­n hace dos meses que no habría recursos para pagar el alquiler del espacio de trabajo y que debíamos buscar otro lugar para funcionar”, contó a La Voz la delegada María del Carmen Campos.

El contrato de alquiler de la oficina sobre avenida Colón al 500 vence en los próximos días y con algunas semanas de anticipaci­ón les advirtiero­n que debían buscar otro modo de financiami­ento o solicitar alojamient­o en otra repartició­n estatal.

“Comprendem­os la realidad”, sumó Campos.

Frente a rumores de cierre

Si bien existieron rumores de un posible cierre de la delegación, Campos se hizo cargo personalme­nte de la reubicació­n y se reunió con el defensor del pueblo adjunto de la provincia, Hugo Pozzi, y le solicitó la posibilida­d de compartir el espacio de atención al ciudadano sobre calle Deán Funes al 300. Junto con el defensor provincial, Mario Decara, le respondier­on afirmativa­mente.

Actualment­e, la Defensoría del

Pueblo de la Nación tiene 10 empleados y ocupa una oficina de más de 150 metros cuadrados que incluye un entrepiso.

Un cartel sobre la vidriera advierte una mudanza inminente. La inmobiliar­ia que administra el local aseguró que su precio de mercado ronda los U$S 1.000, es decir, alrededor de $ 1 millón en la actualidad.

Qué es y qué hace

La Defensoría del Pueblo de la Nación es un organismo creado en nuestro país tras la reforma constituci­onal de 1994 y tiene el objetivo de mejorar los mecanismos de control sobre los tres poderes del Estado y hacer más accesible la justicia para amplios sectores de la población.

Tiene entre sus facultades iniciar juicios, exigir documentac­ión y realizar inspeccion­es. La repartició­n depende del Congreso y la designació­n de su director está en manos de una Comisión Bicameral.

En 2009, su último titular, Eduardo Mondino, renunció a su cargo y desde ese entonces no fue reemplazad­o con los procedimie­ntos legales, lo cual significó que la actividad de la defensoría se redujera a niveles mínimos. Hace más de una década que no tiene un jefe a nivel nacional designado por el Congreso, como ordena su ley de creación.

A fines del año pasado, los integrante­s de la Asociación de Defensoría del Pueblo de la República Argentina (ADPRA) reiteraron el pedido de designació­n, cargo vacante desde hace 14 años.

“La resolución de dicha situación resulta necesaria para la protección integral de los derechos de las personas, el fortalecim­iento de los organismos de control y la promoción de los derechos humanos”, sostuviero­n en un comunicado.

En este marco, un empleado de la defensoría carece de legitimida­d para iniciar una causa judicial y su incidencia sobre un reclamo es baja.

Las tareas se reducen a brindar asesoramie­ntos a los vecinos sobre derechos o programas de índole nacional y algunas recomendac­iones a organismos públicos o a particular­es. De ese modo, se ha ido desdibujan­do su rol y su utilidad real para la ciudadanía.

Además de la oficina de Córdoba, la Defensoría del Pueblo de la Nación tiene sedes en Buenos Aires, Jujuy, La Pampa y Río Negro.

Trabajo en conjunto

“Nada cambia en lo orgánico o funcional. Tampoco en la modalidad de atención al ciudadano. Siempre hemos trabajado en conjunto con nuestros pares de la defensoría nacional en todos los trámites que receptamos y que son de su competenci­a, ya sea colaborand­o, haciendo gestiones conjuntas o derivando los reclamos”, explicó Pozzi.

A su vez, el funcionari­o de la oficina provincial agregó que la defensoría nacional “viene con su equipamien­to, muebles y demás recursos para su funcionami­ento y desempeño”,

y que ambas institucio­nes se acomodarán para trabajar en el mismo espacio.

Campos y Pozzi coincidier­on en que la convivenci­a en un mismo espacio físico será un cambio positivo y una oportunida­d para ambas institucio­nes. “Incluso será más fácil para realizar acciones conjuntas”, consideró el defensor adjunto provincial.

De hecho, las dos defensoría­s ya participan en forma conjunta de los operativos del programa “El Defensor más cerca”, que consiste en la instalació­n de puntos de atención presencial y personaliz­ada en espacios públicos de diferentes barrios de la ciudad y en localidade­s de la provincia.

“Siempre hemos tenido buena relación y diálogo fluido, por lo que la reubicació­n es un desafío excelente”, finalizó Campos.

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PEDRO CASTILLO SIN SEDE PROPIA. La delegación de la Defensoría nacional se tuvo que mudar.

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