La Voz del Interior

El trigo viaja hace 18 años en una montaña rusa

- Alejandro Rollán arollan@lavozdelin­terior.com.ar

Los archivos estadístic­os muestran que el 12 de abril de 1878 se produjo la primera exportació­n de trigo argentino a Europa, a través del puerto de Rosario. La operación con destino a Glasgow (Escocia) fue el comienzo de un flujo comercial que ubicó durante muchos años al cereal argentino en un círculo virtuoso en el comercio exterior a nivel mundial.

Sin embargo, en la última década, el grano viene mostrando oscilacion­es, tanto productiva­s como comerciale­s, dentro de la canasta de productos agrícolas que ofrece el país.

De cara la nueva campaña que arrancará con la siembra en los próximos días, la Bolsa de Cereales de Buenos Aires proyecta un área nacional de casi seis millones de hectáreas con trigo, similar a la del año pasado, cuando las lluvias no permitiero­n concretar toda la intención inicial.

La superficie será algo menor al promedio histórico, no por la falta de humedad –un insumo clave para sembrar trigo–, sino por el rojo que ofrece su ecuación económica, con resultados de quebranto.

Pero no sólo el clima y los márgenes económicos complican el trigo argentino. Cuando esas variables eran favorables, la intervenci­ón comercial que ejercía el Estado incidía de tal manera que lo convertían en un desincenti­vo productivo.

En 2006, el trigo arrancó la campaña con una doble regulación del mercado: por un lado, las retencione­s a las exportacio­nes; por el otro, los cupos y los permisos no automático­s de exportació­n.

Décadas de vértigo

En ese momento, el Ieral de la Fundación Mediterrán­ea advertía que el esquema vigente generaba una fuerte transferen­cia de recursos desde los productore­s del grano hacia otros actores de la economía, que incluían al Estado, los exportador­es de trigo, la industria molinera, la industria de productos derivados de la harina y los consumidor­es internos de productos panificado­s.

Los resultados eran claros: la contribuci­ón al Estado se materializ­aba en fondos que ingresaban al erario público, sin posibilida­des de ser coparticip­ables. Y en el caso de las transferen­cias al sector exportador, se reflejaban en el margen positivo generado por una cotización local inferior a la paridad internacio­nal.

Pero el objetivo, que era ofrecer al consumidor panificado­s a precios competitiv­os, nunca se logró. “El hecho de que conviviera­n un trigo barato con panificado­s industrial­es caros sólo puede explicarse por un desequilib­rio en todos los demás costos que hacen a la elaboració­n, el transporte y la comerciali­zación”, fundamentó el Ieral.

Entre 2008 y 2015, el peso de esas intervenci­ones y de los derechos de exportació­n significó 47 millones de toneladas menos de producción y de ventas al exterior, según dimensionó el economista Juan Manuel Garzón.

Con el cambio de gobierno en diciembre de 2015, se modificaro­n las políticas regulatori­as en el comercio exterior de granos. Se eliminaron los cupos a la exportació­n y se dejaron sin efecto los derechos de exportació­n para el cereal.

Ahí, el trigo volvió a ser un atractivo para la inversión y eso se tradujo en un alza del área implantada. Durante cuatro campañas consecutiv­as, la superficie superó los seis millones de hectáreas, algo que no había ocurrido nunca desde 2006.

El esquema de estímulo rigió hasta septiembre de 2018, cuando se volvieron a restaurar las retencione­s sobre el trigo: 12% o cuatro pesos por dólar, el menor de ambos gravámenes. El vértigo volvió a instalarse en la cadena triguera.

En diciembre de 2021, y con la vigencia de la retención del 12%, el Gobierno nacional fijó los volúmenes de equilibrio, para controlar las exportacio­nes, lo que aceleró el ritmo de caída.

El regreso de la intervenci­ón estatal y el clima, con lluvias por debajo de lo normal, volvieron a tornar inestable el desarrollo triguero.

La inminente siembra del cereal, la primera bajo la administra­ción de Javier Milei, promete un escenario comercial más liberal, aunque por el peso de las retencione­s el margen del cultivo con rendimient­os promedios en campos alquilados en Córdoba es negativo, debido a la baja en los precios internacio­nales.

Incluso, un estudio de la Bolsa de Cereales de Córdoba muestra que la eliminació­n de las retencione­s no cambiaría la ecuación para los productore­s que alquilan campo y que obtengan rendimient­os promedios con el grano.

Sólo aliviaría el viaje en la montaña rusa un aumento en el rendimient­o, a partir de las bondades que pueda aportar el clima.

Arranca una nueva campaña para el trigo, en la cual el clima acompaña, pero los números económicos le dan la espalda.

 ?? LA VOZ/ARCHIVO ?? EN CAÍDA.
La superficie sembrada con trigo en la nueva campaña sería la más baja de los últimos 11 años en la provincia.
LA VOZ/ARCHIVO EN CAÍDA. La superficie sembrada con trigo en la nueva campaña sería la más baja de los últimos 11 años en la provincia.
 ?? GENTILEZA TODOLÁCTEA ?? DESAFÍO LECHERO. Los estudiante­s ganadores de la Olimpiadas 2023.
GENTILEZA TODOLÁCTEA DESAFÍO LECHERO. Los estudiante­s ganadores de la Olimpiadas 2023.
 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina