“Las mujeres somos mejores negociadoras”

Estudió Biología y Publicidad y fue instructora de buceo hasta que retomó su carrera que, hoy, la llevó a convertirse en Directora Regional de Publicis Groupe, una de las agencias de publicidad más importantes del mundo.

Quizá sea su espíritu libre y curioso el que la impulsó a vivir varias vidas en una sola. Con una sólida carrera en el mundo de la publicidad que la ubica como Directora Regional LATAM de la prestigiosa Publicis Groupe, Yanina Cardoso sorprende. Única mujer en una familia conformada por cuatro hermanos varones, supo hacerse su lugar y patear el tablero cuando sintió que era lo que quería. Siguiendo el mandato familiar, comenzó a estudiar biología en la UBA, en paralelo cursaba Publicidad y hasta logró conseguir su primer trabajo en una de las agencias líderes de los años 90. Pero dejó todo y, por cinco años, fue instructora de buceo y vivió en los lugares más mágicos del planeta. “Hasta que un día sentí que tenía que volver, y empecé de cero, retomé mi carrera desde abajo”, reflexiona. Y lo hizo con creces, se convirtió en una de las mujeres más influyentes en su ámbito al tiempo que formó una familia, sigue buscando sus propios espacios y no para de hacer cosas nuevas y aprender. -¿Siempre te gustó el mundo publicitario?

Fue un poco por elección y por azar. En el secundario tenía arte y empezamos a ver el tema publicitario. Se me abrió todo un mundo. Vengo de una familia tradicional de jueces, abogados, médicos, arquitectos, soy única mujer con cuatro hermanos varones, así que tambien vengo de una familia machista. En mi casa, después del secundario, la universidad no era una cuestion discutible. Como me gustaba Publicidad y en

“Disfruto leer sobre genética y como soy muy curiosa, siempre estoy haciendo algo nuevo, ahora me anoté en un curso de criptomonedas”.

la UBA la carrera no me convencía, empecé en la UCES. Pero también me tiraba la medicina, por mi mamá que es médica, siempre me gustó la genética, por eso, también empecé a estudiar Biología.

-¿Cuál fue tu primer trabajo?

-En la UCES tenía muy buenas notas, conseguí una media beca y uno de mis profesores me ofreció entrar a trabajar a la agencia Verdino y me explotó la cabeza, era una época gloriosa, un mundo distinto. Dejé la biología, me pasé al turno noche en la facultad y seguí trabajando cinco años.

-Con una carrera prometedora, ¿por qué decidiste irte a vivir al exterior? -En un momento me fui de viaje por un tema personal y me quedé viviendo afuera por cinco años. Me convertí en instructora de buceo, viví un tiempo maravilloso, aprendí a hablar italiano, mejoré mi inglés. Estuve en las Islas Seychelles, en el Mar Rojo, en Mallorca, en una isla pequeña, Saint Vincent and the Granadines. Por ese tiempo descubrí el mundo digital, empezaba el tema de los mails y eso me ayudaba a ir mudándome, consiguiendo nuevos trabajos. -Tenés un espíritu aventurero...

-Soy muy aventurera pero también tengo los pies en la tierra, la mezcla justa de ingredientes para cómo funciona hoy esta carrera. Cuando empecé era diferente, me atrajo la parte creativa pero me quedé en la parte numérica, la creativadad aplicada a los números.

-Pero un día decidiste volver…

-Volví en 2001, empecé a estudiar Medicina otra vez, hice cuatro años y retomé la publicidad. Me agarró el corralito, me quedé sin ahorros, tenía que trabajar, algo que hago desde los 15 años. Empecé casi de cero en un agencia, de asistente, el negocio había cambiado y aprendí el valor de la humildad. Sabía un poco más que mi jefa y me callaba, no correspondía. -¿Te considerás resiliente?

-La resiliencia aplica a toda mi vida. A los seis meses de empezar a tra

“Tengo muy claroel pensamiento masculino para trabajar. Puedo ser muy encantadora pero también ponerme firme y pragmática”.

bajar, me ascedieron y al año terminé como directora regional para dos cuentas. Vieron algo en mí que les gustó. Hasta que un ex jefe de Publicis Groupe me llamó y acá estoy, desde hace 15 años. Empecé como Subdirectora y terminé como Directora Regional de una división de la compañía.

-¿Es un ambiente machista? ¿Alguna vez te sentiste discriminada? -En otros momentos fue un ámbito machista. Ahora, quizá hay un sesgo machista en la parte creativa, pero porque eso tiene que ver con que las mujeres somos mejores negociadoras, es así en todo el mundo, y dentro de las agencias brillamos en ese ámbito. En lo personal, siempre me dieron mi lugar, nunca me sentí discriminada. ¡Es que me crié entre cuatro hermanos varones y aprendí a hacerme escuchar! Tengo muy claro el pensamiento masculino para trabajar. Puedo ser muy encantadora pero también ponerme firme y pragmática. -¿En este trabajo sentís que opinión, pesa?

-Me dieron mucho espacio para volar, eso te enseña a dar ese espacio a los demás. Me esforcé un montón para ocupar este lugar y la empresa lo vio, pero también lo logré por el trabajo en equipo, por todos los compañeros que trabajan debajo de mí. Si te concentrás en el micromanagement, el fracaso es estrepitoso. Sin un equipo sólido no hay trabajo posibe. -¿Cómo compatibilizás la famila?

-Es muy difil, pero tuve la suerte de encontrar un compañero de ruta que me apoya, que sabe que soy feliz trabajando, me conoció así. Si no tenés un apoyo importante se hace cuesta arriba, esta es una carrera muy solitaria. Encontré un balance que me es funcional.

-Con tanta actividad, ¿tenés tiempo para vos? ¿Te reservás esos espacios? -Me cuesta, me gusta nadar y hacer kayac, yoga y meditar. También salgo a caminar y hago terapia. Disfruto leer sobre genética y como soy muy curiosa, siempre estoy haciendo algo nuevo, ahora me anoté en un curso de criptomonedas. Necesito estar actualizada. También busco espacios para compartir salidas de chicas, con mis hijas. Trabajo 14 horas por día, duermo poco pero trato de buscar un balance.