“Mi familia no quiere a mi novio”
No hay elección posible: a él lo amás y ellos son tus padres y hermanos. Pero hay estrategias para mejorar la comunicación y conseguir tender puentes
CPor Mariela Stescobich*
onocer a una persona con la cual se compartan gustos, proyectos y se pueda ir juntos a la par, no es tarea fácil. Encontrar el amor es un misterio y, generalmente, aparece cuando uno menos lo espera. Pero, ¿qué ocurre cuando pensás que encontraste a esa persona especial y al momento de presentarla a tu familia la respuesta es negativa? En la mayoría de los casos, la aprobación familiar es un paso muy importante para la formalidad de la relación y este apoyo condiciona los proyectos futuros.
Conociste a una persona especial y sentís que es tiempo de formalizar las presentaciones: se organiza una cena familiar, todo va según planeado, todos son muy educados y pasan un momento agradable, pero cuando se va, tus familiares empiezan a hablar mal de tu pareja y la rechazan. Tu papá cree que no es lo suficientemente bueno para estar con vos, tu mamá dice que tu ex era mucho mejor y tus hermanos tienen diferentes opiniones, pero todos coinciden en que merecés algo mejor. Inmediatamente, quedaste en medio de un gran problema: por un lado, te importa la opinión de tu familia en la que siempre te apoyaste, por el otro, querés escuchar a tu corazón y creer en tu nueva pareja con quien estás empezando a compartir proyectos e ilusiones.
¿Qué se puede hacer?
En primer lugar, es importante tener presente que cada familia es única. Podemos encontrar padres que se entrometen en cada situación en la vida de sus hijos y familias que no se involucran en absoluto.
De acuerdo a tu situación familiar particular, deberán entablar diálogo con aquella o aquellas personas que rechazan a tu nueva pareja. Tenés que tener la confianza para poder conversar con ellos y que comprendan que ya estás lista para poder tomar decisiones.
Es normal y hasta predecible que la familia se preocupe por vos si ven algo que no les gusta, pero también se debe tener presente que cada persona es responsable por sus propios actos y elecciones. Esto es lo que se le debe hacer comprender a la familia.
La tendencia más vista es que a medida que avanza la relación y te ven feliz, la familia reconsidera su primera opinión y comienza a aceptar a la pareja, pero cabe aclarar también que pue- de haber casos en los que el rechazo seguirá siempre presente.
Tenés dos alternativas: podés escuchar y analizar por qué tu familia opina así o podés ignorarlo completamente. Pero de una u otra forma lo importante es saber cómo comunicarte con tu familia para que te respeten y apoyen en tus elecciones.