Dulces... divina tentación 1ra. Parte
Muchas personas sienten la necesidad de consumir alimentos ricos en azúcares simples, a veces por costumbre, o quizás porque brindan un mayor aporte de energía al organismo, lo cual pueden complicar el mantenimiento del peso e incluso perjudicar su descenso.
Lo importante a tener en cuenta es que estas personas tienen dificultades con el manejo de la porción, por ello es necesario identificar cuáles son los alimentos de riesgo para cada uno, y cuáles son más fáciles de controlar. Porque cuando se está realizando un plan alimentario para bajar de peso no tiene por qué relacionarse con un pensamiento restrictivo (alimentos prohibidos ) ya que está demostrado que aquello que es considerado prohibido –como los dulces– dispara una respuesta contraria a la deseada, e impide que el plan pueda ser sostenido en el tiempo y por lo tanto no resulte exitoso. La mejor propuesta es incluir a esos alimentos como un “gustito “, planificarlos y consumirlos con moderación. Para ello hay que tener en cuenta: Comer despacio y saborear la comida Consumirlos sin culpa Seleccionarlos Planificar previamente qué comerá, en dónde y cuándo Cuidar la porción También pueden programarse semanalmente, por ejemplo: comer un chocolate de postre o una porción de torta en un cumpleaños
Deben saber que el consumo de dulces en exceso es un hábito poco saludable, más allá del que tiene o no sobrepeso, debido a que pueden producir: Aumento de peso. Aumento de los niveles de Triglicéridos, que son un tipo perjudicial de grasas en la sangre (Hipertrigliceridemia).
Aumento de los niveles de azúcar (glucemia) en sangre (Hiperglucemia).
La cantidad de veces que pueden incluirlos por semana dependerá, por supuesto, del peso de cada persona. Se recomienda entre 3 y 5 veces por semana.
* Médica nutricionista