¡AUXILIO! Tarjetas al rojo vivo
Cuanto más felices nos sentimos por ser poseedoras de una tarjeta de crédito, más cuidado debemos tener de que el crédito no se convierta en nuestro descrédito bancario eterno, porque no podemos saldar nuestras deudas.
Lo que nunca hay que olvidar es que, como toda obligación financiera, tiene costos adicionales a la tasa de interés que nos cobran por financiar nuestro crédito, esto hace que el valor que sale de nuestro bolsillo al utilizar las tarjetasj sea muy y alto. Por eso, muchas veces, un recurso que debe ser un buen aliado, se convierte en una trampa de la cual no sabemos como salir y quedamos atrapadas en el “pago mínimo”. Pero, tranquilas, volver a cero, ¡es posible!
Será necesario que tomemos conciencia de nuestra situación actual, que no es más que el resultado de nuestros hábitos financieros. Si queremos hacer borrón y cuenta nueva, analicemos la posibilidad de realizar un cambio de comportamiento en el consumo, para esto vamos a necesitarcesitar de mucha disciplina y orden, hasta eliminar la deuda.
Es importante recordar que las tarjetas de crédito funcionan como una línea de financiamiento que asigna una institución bancaria a nuestro nombre y que podemos utilizar mes a mes tanto su cupo total como parcial, esto dependerá de nuestra organización.
Una tarjeta de crédito tiene beneficios y desventajas y, si somos organizadas, podremos sacar el mayor rédito. Por ejemplo, si nos permiten acceder a un pequeño ahorro aprovechando descuentos que se aplican directamente a las compras que se pagan mediante esta modalidad. Pensado para mujeres
Según el sistema “Bola de nieve” de Dave Ramsey, podemos beneficiarnos si solo pagamos el mínimo de todos los créditos y nos enfocamos en una sola deuda hasta eliminarla. Aquí, algunas reglas básicas:
Elaborar una lista con todas las deudas que tenemos y colocar el monto deudor con su respectiva tasa de interés (sugiero ordenar de menor a mayor monto). Si tenemos varias tarjetas, enfocar los esfuerzos en saldar aquella de menor importe, esa que usamos con menos frecuencia. Veremos cómo al liberarnos de una primera deuda nos motivará a seguir adelante con las demás y seguir avanzando en el propósito financiero.
El siguiente paso es hacer una lista con los mínimos que pagamos actualmente y sus respectivas tasas de financiamiento (estos datos no tienen lógica de cálculo)
Luego, realizar un presupuesto dde todos los gastos fijos y de los vvariables, donde incluir los mínimos de las tarjetas. Este paso es muy importante, separar, dividir a conciencia y empíricamente el dinero que ingresa es la principal forma de auto-administrarnos correctamente y corregir los típicos “vicios” que nos hacen perder de vista en qué gastamos el dinero que ganamos. Enfocar nuestras energías en recortar gastos e incrementar el ingreso.
Cualquier “extra” que ingrese o que logremos ahorrar del rerecorte de gastos del presupuesto, debemos utilizarlo para seguir pagando la deuda más pequeña. Por ínfimo que parezcan, todo colabora al momento de saldar deudas. Cuando hayamos logrado eliminar la deuda con menor valor, seguiremos los mismos pasos para las siguientes, teniendo presente que ahora contamos con un monto extra por haber cancelado la primera tarjeta. Así, nuestra capacidad de pago aumenta y se va haciendo más fuerte, hasta eliminar todos los pasivos y alcanzar nuestra ¡paz financiera!
Si estamos atravesando una situación financiera de “ahogo”, es conveniente suspender el uso de una de las tarjetas, ésa que generalmente utilizamos para consumos banales. ¡Siempre hay gastos que se pueden recortar! Enfoquemos todo el esfuerzo en saldarla. Poco a poco, sin prisa pero sin pausa, habremos logrado un primer gran paso, un primer gran alivio.
Recordemos que el pago de deudas, al igual que el ahorro, es un hábito y una modalidad de vida que debemos proponernos, reeducando nuestros hábitos de consumo y logrando una mejor relación con el dinero.
¡Buenas finanzas!
*Asesora Financiera, Especialista en Finanzas Personales y Coach Financiero