Una vida óptima con las 4 A
La Dra. Olivia Ogawa desarrolló este método sencillo para vencer al estrés, ganar en salud y vitalidad para disfrutar de una vida plena por muchos años
La salud es un estado de armonía entre nuestro cuerpo físico, las emociones y el intelecto, conjuntamente con nuestro ser interno y el medio que nos rodea. El excesivo nivel de estrés es el factor más desencadenante de todas las enfermedades y la manera de normalizarlo es cambiando radicalmente nuestro estilo
de vida”, define la Dra. Olivia Ogawa, especialista en medicina integrativa y creadora de un método para optimizar la salud al que bautizó las 4 A, por los cuatro pilares en los que propone actuar: Actitud ante la vida. Alimentación. Actividad física, mental y lúdica. Ambiente. El objetivo de este plan vital es ganar en salud. Frente a la enfermedad, la Dra. Ogawa sostiene que debe tratarse como corresponde, ya sea con medicina convencional, alternativa o ambas y buscar la causa que la provocó, la cual, generalmente, es un reflejo de algo mucho más profundo. Las 4 A en equilibrio ayudan a una óptima calidad de vida. “Una actitud amorosa y equilibrada tiene que ver con la conexión con el ser interno, con el alma”, de ne la especialista, esto es lo que permite discernir los otros aspectos de la vida. Para lograr esta conexión, un buen recurso es la meditación y actividades físicas que tengan que ver con ellas como, por ejemplo, el yoga. Con estas actividades es posible “poner en
silencio al ego”, la Dra Ogawa lo ejempli - ca mediante un pensamiento de Georges Gurdieff (escritor armenio, creador del Cuarto Camino, un sistema para alcanzar la realización espiritual sin apartarse del mundo) y quien compara al ser humano con un carruaje: “Hay un centro físico, nuestro cuerpo (el carruaje propiamente dicho), un centro emocional (el caballo que tira de él, la fuerza que lo arrastra), un centro intelectual (el cochero, la mente racional que conduce el carro) y un amo que es el ser profundo, superior, nuestro yo con mayúscula. Cuando el cochero se siente el dueño, aparece la gura del amo y el carro tiene problemas para avanzar. Se turnan los múltiples yo, pero ninguno tiene capacidad su ciente para llevar adelante el carruaje. Ante los fracasos reiterados, se busca otra alternativa y, así, por medio de la meditación se descubre la presencia del yo superior, que puede conducir el carruaje con éxito a través de un camino que trascienda lo racional, lo emocional y lo físico”.