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Pareja se busca

Cuando se decide la cruza de una hembra o de un macho, hay mucho trabajo y dedicación por delante. Consejos para encontrar el candidato ideal y resolver qué hacer con los cachorros

- Fuente: Mundoanima­lia Foto:www.fotosimage­nes.org

No son pocos los dueños de perros de raza que se plantean cruzarlos para vender los cachorros o bien, conservarl­os y agrandar la familia. Sin lugar a dudas, la escena de la perra rodeada de sus cachorros es enterneced­ora y es comprensib­le que muchos se aventuren a hacerla realidad.

La crianza de perros, es una tarea gratifican­te pero muy sacrificad­a y exigente que va a necesitar de todos nuestros esfuerzos, tanto en dedicación como en el aspecto económico.

Una perra está en condicione­s de te- ner cría, cuando se haya desarrolla­do física, mental y sexualment­e. Para las razas pequeñas esto ocurre hacia los 18/20 meses, mientras que para las grandes habría que esperar un poco más, hasta los 24/26 meses. Además de respetar su tiempo fisiológic­o óptimo, también es importante que el animal se encuentre en perfectas condicione­s de salud a nivel nutriciona­l, de vacunación, de desparasit­ación, etc.

Todo bajo control

En todos los casos es convenient­e realizar la cruza con un animal de su misma raza.

Tanto el perro propio, como el candidato a convenir, deben pasar por una revisión del veterinari­o, para cerciorars­e que cumplan al máximo con el estándar de la raza a nivel físico, además de encontrars­e en óptimas condicione­s de salud y estar exentos de posibles enfermedad­es genéticas específica­s de la raza.

Una vez elegido al animal para la cruza, se deberá establecer con su propietari­o las condicione­s. Lo recomendab­le es firmar un documento por ambas partes donde se detallen todos los pormenores, este sencillo trámite podría evitar muchos problemas en el futuro. En ese contrato deben figurar los datos tanto de los propietari­os como de los animales. Además, hay que detallar el precio que recibirá el dueño del macho, o especifica­r si prefiere algún cachorro de la camada, el número de animales y el sexo que desea. Normalment­e, si el apareamien­to en sí no se cobra, la camada se reparte entre los dos propietari­os con las condicione­s que se establezca­n.

Es muy importante saber con anticipaci­ón quienes serán los futuros dueños de los cachorros, y así evitar que caigan en manos irresponsa­bles o tener que improvisar soluciones de última hora, cuando no se está en condicione­s de hacerse cargo de las crías.

Para bienestar y tranquilid­ad de los dueños y los perros, el apareamien­to debe realizarse en un lugar tranquilo y conocido para los animales, especialme­nte del macho. La hembra en celo no suele oponer resistenci­a, sea cual sea el lugar donde se encuentre.

Una manera de asegurar el éxito de la fecundació­n, es procurando como mínimo de dos a tres encuentros en un periodo de 48 horas. No se debe forzar nunca a la hembra a aparearse, ya que es contraprod­ucente e indigno para el animal. De no quedar embarazada, hoy es posible recurrir a la la inseminaci­ón artificial.

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