Sombras en el jardín
Cuando el césped presenta zonas de crecimiento desparejo, seguramente se debe a la falta de luz solar. Cómo revertir esta situación eligiendo las especies más convenientes
Aunque es habitual que edificios y casas, de más de una planta, le den sombra a las superficies con césped, son los árboles los que generan mayores problemas con la luz solar en jardines y parques. El césped, como la mayoría de las plantas, necesita de la luz para convertir la energía lumínica en energía para el crecimiento y el de- sarrollo. O sea, si una planta de pasto no recibe la suficiente luz solar para producir su “alimento” (carbohidratos), se verá reducido su vigor y crecimiento.
Por otra parte, los árboles, no solo afectan a las superficies cubiertas por césped privándolas de luz, sino que también producen raíces superficiales que compiten por la captación de nutrientes y agua. En algún momento, esta competencia inhibe el crecimiento del césped y se hace muy difícil mantener la carpeta en un estado de alta calidad.
También se limita el aprovechamiento del agua de lluvia debajo de las copas de los árboles hasta llegar a producir situaciones de estrés hídrico para algunas especies.
Es importante tener en cuenta que no todas las especies que se usan para césped suelen tener las mismas cualidades de resistencia en situaciones de sombra, por lo que si se necesita armar un jardín bajo estas condiciones, se deben elegir especies específicas y cultivarlas. Algunas recomendaciones:
La especie más tolerante es la festuca rubra y en segunda medida la festuca arundinacea. La rubra sufre un poco las altas temperaturas del verano, por lo que la arundinacea es la más elegida para solucionar problemas de media sombra en lugares secos.
La poa pratensis y poa trivialis son especies que se pueden implantar en lugares donde la sombra es la protagonista. La trivialis es medianamente tolerante a la sombra y está limitada a las zonas húmedas y fértiles, no en lugares de altas temperaturas, sequía y exceso de tráfico.
Una mezcla de especies muy utilizada suele formar la conocida “media sombra”, compuesta por festucas rubra y arundinacea, poa pratensis y rye grass anual y perenne.
Se recomienda sembrar entre mediados de otoño y principios de la primavera. Para eso se debe tratar de lograr un muy buen desarrollo radicular sobre un suelo muy bien estructurado, antes que lleguen los grandes calores del verano.
En cuanto a las alfombras de césped, las dos especies más utilizadas para lugares sombreados son el gramillón (Stenotaprhum secundatum) tanto cultivado como natural y la grama bahiana (axonoppus compressus) que se ha impuesto como el césped para la sombra en nuestra latitud.