La cultura de lo orgánico
Muchas personas, luego de adoptar una alimentación vegetariana o vegana, dan un paso más allá y eligen consumir verduras y frutas orgánicas. ¿Qué signi ca que una verdura es orgánica? Básicamente es respetar el crecimiento natural de cada alimento, sin el uso de pesticidas, fertilizantes, cultivos fuera de estación (envasados y congelados), manipulación genética de los alimentos o la utilización de semillas transgénicas. O sea, es volver a la fuente, a la huerta casera, a trabajar naturalmente la tierra, haciendo abono y compost para enriquecer los suelos (sin fertilizantes agroquímicos), es plantar y cosechar, variando los cultivos para evitar el desgaste de la tierra y el resultado salta a la vista: ¡las verduras vuelven a tener gusto! Prueben un tomate orgánico y uno de frigorí co y notarán la diferencia. Un cantero de un metro de ancho por dos de largo (en una terraza de edi cio o en un patio) puede alimentar diariamente a cuatro familias, renovando los cultivos y sembrando siempre verduras y hortalizas de estación. A la larga, la cultura de lo orgánico termina resultando más económica, desactivando la producción industrial por la huerta auto sustentable. ¿Viste crecer alguna vez un zapallo, una acelga, una berenjena? ¡Sembrar y comer los propios alimentos es una experiencia irreemplazable! La primera vez que vi el brote de una berenjena bebé, que surge de una or, no lo podía creer, cuánta belleza y perfección expresada en la naturaleza. Una manzana, en su vida de crecimiento en el árbol, es rociada con una variedad exponencial de venenos: ¿será su ciente con lavarla bien para comerla o estaremos alimentándonos con veneno y pesticidas? Leer e informarnos a la hora de comer, nos ayudará a elegir una alimentación consciente saludable.