JAJARDIN. Para que todo se llene de pájaros y mariposas
Las plantas son un refugio para orugas y pájaros. Cuáles son las indicadas para equilibrar el ecosistema y hacer que los espacios verdes se llenen de vida
Cuando estamos rodeados de naturaleza, inmersos de vegetación, nos sentimos felices porque la convivencia y contemplación del verde reduce nuestros niveles de estrés y ansiedad. Y si comprendemos que la flora está íntimamente asociada con la fauna, el vínculo con los espacios verdes se vuelve aún más enriquecedor. Si logramos que otras formas de vida se desarrollen en nuestro jardín, éste se transformará en un lugar más sano, atractivo para la vida silvestre y agradable para nosotros.
Habitualmente, creemos que lo mejor para el jardín es que esté libre totalmente de insectos y esta idea nos lleva a aplicar venenos que, finalmente, resultarán perjudiciales para el ambiente, los niños y las mascotas.
Si logramos que se desarrolle una diversidad entre las plantas que crecen y la fauna asociada a las mismas, generaremos un equilibrio en el que los ataques de las plagas serán poco usuales. Este mismo concepto es el que se aplica en las huertas orgánicas, donde la variedad de especies y las asociaciones entre plantas favorecen la sanidad de las mismas.
Naturaleza en armonía
Los jardines son sitios llenos de vida, en constante cambio y movimiento, si estamos atentos podremos captar los procesos que allí ocurren y conseguiremos comprender el ritmo y la armonía dentro de la naturaleza.
¿Necesitamos grandes extensiones de tierra para lograr que aves y mariposas se acerquen al jardín? No es cierto, sólo es cuestión de generar un ambiente propicio, con las plantas adecuadas. Si un ave se siente a gusto, en cuanto a refugio y disponibilidad de alimento, tranquilamente se quedará anidando en nuestro balcón, patio o jardín.
Para saber
Las aves se alimentan tanto de frutos, insectos y néctar, dependiendo de la especie.
Las mariposas antes de hacer su metamorfosis son orugas (vulgarmente llamadas gatas peludas) y se alimentan de hojas. En su adultez, necesitarán néctar para libar.
Las plantas autóctonas serán las adecuadas, ya que reúnen las condiciones necesarias para atraer este tipo de fauna.
Panza llena, corazón contento
Hay plantas que serán nutritivas para orugas de mariposas por su follaje y, a su vez, sus frutos servirán de alimento para las aves.
Las hojas de la pasionaria sirven de alimento para las orugas de la mariposa espejito y de sus frutos, se alimenta una variedad de aves que luego dispersarán sus semillas; es por esta razón que esta planta crece espontáneamente en muchos sitios. El tala y la anacahuita también son especies que cumplen esta doble función.
Algunas funcionan como nutricias para las orugas y poseen floración ornamental. Es el caso del espinillo, el sen del campo, la pavonia rosada, malva blanca, mil hombres y yerba de la víbora.
El coronillo, el inga y el bugre son nutritivos para la mariposa “Bandera Argentina” y es precisamente la falta de cultivo de estas especies lo que hace que difícilmente veamos a esta mariposa de 10 centímetros, cuyos hermosos colores, azul y blanco, le dan su nombre.
Consideren que todas las plantas del género Eupatorium, la carqueja, el farolito, el guaco y la lantana morada, precisamente por el néctar de sus flores, son las encargadas de atraer hasta nuestro jardín a las mariposas adultas.
Por otro lado, para que las aves se sienten atraídas, podemos plantar ñangapirí, chal chal, curupí y calafate, cuyos frutos les encantan. Y si quieren disfrutar de la maravilla de ver revolotear a un colibrí, planten salvia azul que es muy ornamental y los atrae por su néctar.
Aun cuando tengamos que lidiar con alguna que otra hojita mordisqueada, tengan presente que las plantas no mueren por esto; ellas necesitan de los insectos y de las aves, tanto para la formación de frutos por medio de la polinización como, luego, para la dispersión de sus semillas.
Si conseguimos dar refugio a las aves y mariposas en nuestros espacios verdes, nuestro jardín estará lleno de sonido, color y movimiento. Y los niños de la casa, felices, porque tendrán algo más para aprender.