La buena alimentación de los bebés en verano
Durante esta época, la salud de los más pequeños puede verse amenazada porque los días muy calurosos pueden provocarles desde deshidratación, hasta diarrea y el más preocupante golpe de calor. Por eso es importante recordar que más allá de mantenerlos en lugares frescos y ventilados, la clave para proteger a los bebés está en su alimentación.
La importancia de la lactancia materna: por sus beneficios nutricionales, inmunológicos y para el desarrollo infantil, la leche materna es el alimento ideal para los bebés. Es así que la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda amamantar en forma exclusiva al recién nacido hasta el sexto mes y prolongar la lactancia de uno a dos años.
Mayor frecuencia: en verano, especialmente durante los días de intenso calor, la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP) aconseja incrementar la frecuencia y/o duración de la toma de cada pecho ante la necesidad de mantener hidratado al bebé.
Alternativas al amamantamiento: en los casos en los que la lactancia materna por algún motivo resulta insuficiente o no es posible, lo ideal es suplementarla o suplantarla con las llamadas fórmulas infantiles (FI), diseñadas para cubrir con las necesidades nutricionales de los bebés para cada etapa y niño en particular y que contienen las vitaminas, minerales, ácidos grasos esenciales, nucleótidos y prebióticos adecuados para el crecimiento y desarrollo del bebé.
Siempre preparar la mamadera y consumirla en el momento: a la hora de preparar un biberón con una fórmula infantil en polvo, al no ser ésta estéril, lo ideal es elaborarla y consumirla en el momento. La leche ya preparada no puede estar más de 1 hora a temperatura ambiente, ni ser congelada.
No guardar en la heladera la leche que sobra en la mamadera: tampoco calentar la fórmula ya que los cambios reiterados de temperatura pueden favorecer que las bacterias se reproduzcan a niveles no aptos para la salud del bebé. En el caso de las leches líquidas puede conservarse lo que quedó en el brick, sin haber sido trasvasado al biberón, siempre que se refrigere inmediatamente según el tiempo establecido por el fabricante en el rótulo del producto.
¿Leche en polvo o líquida?: el contenido nutricional es el mismo, con lo cual la elección dependerá de la comodidad de los padres. Si hay que trasladarse, son preferibles las fórmulas infantiles líquidas ya que se abrenen y consumen en el momento, lo que evita el riesgo de contaminación y la necesidad de mantenerlas refrigeradas.
Otros consejos: para las jornadas que se presentan muy calurosas, see aconseja ofrecer a los niños mayores de seis meses agua o jugos natu-urales en forma frecuente, sin esperar a que los pidan.Y evitar las bebidasass con cafeína o azúcar en exceso, las que estén muy frías (causan dolor dee estómago) y los líquidos o comidas calientes o pesadas.