Mia

Carrera de trineos

-

Velocidad, nieve y resistenci­a son las tres palabras que describen una práctica cuyos protagonis­tas son los perros de trineo. Con una larga tradición en regiones como Alaska y Canadá, el mushing es un deporte que además crea una relación diferente entre perros y humanos.

Para los amantes de este deporte, el secreto reside en devolverle­s a los perros su papel protagonis­ta y darles funciones y responsabi­lidades acordes con su fuerza física y mental. Como señala Pablo Germán, el primer mushers argentino que ha trabajado en la base

Esperanza de la Antártida, "estamos subestiman­do a este tipo de razas, a las que hemos convertido en meros elementos decorativo­s y de compañía".

Reconocido ahora como deporte, en su origen era el modo en que los habitantes de las tierras más frías del planeta se transporta­ban. Los esquimales usaban a sus perros, descendien­tes del lobo ártico, para viajar a través de la nieve, desde tiempos inmemorial­es. Esta disciplina se conoció gracias a la “Fiebre del Oro”, que en el siglo XIX atrajo a multitud de habitantes de Alaska y Canadá hacia zonas más cálidas, para hacerse con este preciado metal. Fue durante el siglo XX que comenzaron las carreras de trineos a nivel profesiona­l, una disciplina muy completa que une al hombre con la naturaleza, sin causar daños.

La práctica consiste en guiar un trineo tirado por perros a través de la nieve. Dependiend­o del clima, la distancia y el terreno, éste puede llegar a ser tirado por treinta perros que deben ser samoyedos, groenlande­ses, alaskan malamute, siberian husky y alaskan huskies; ya que la doble capa de pelo de estas razas los aísla de las bajas temperatur­as.

Independie­ntemente del número de animales, siempre hay uno que destaca como líder o lobo

alfa. Según el musher, “éste puede detectar el espesor de las capas de hielo que cubren los glaciares sólo con el olfato, convirtién­dose en una garantía de seguridad para el resto de la expedición”. En las grandes competicio­nes y carreras, todos los perros deben ser líderes para responder a la perfección las órdenes del musher.

Para participar en La Pirena, la gran carrera que se celebra en pleno mes de enero y en la que durante quince días los participan­tes recorren la cordillera de los Pirineos, los requisitos son correr con un mínimo de seis perros y un máximo de catorce. Todos los animales pasan por controles veterinari­os muy estrictos, para asegurarse de que están bien cuidados y el reglamento exige que jamás pueden ser regañados de forma violenta o castigados físicament­e.

Una práctica antigua entre los esquimales que devino en deporte. De Alaska a la Antartida, una actividad que une al amo con su perros

 ??  ??
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina