Mia

Mejor empezar TEMPRANO

- Por Laura Vitasse* *Coordinado­ra en Gymboree Play &Music Argentina (www.gymboree.com.ar)

En la estimulaci­ón temprana es muy importante cuidar y proteger la iniciativa, la independen­cia y la autoestima del niño durante todo su proceso de aprendizaj­e. Al mismo tiempo, vale la pena tomar en cuenta factores importante­s para lograr aprovechar los estímulos adecuados a los cuales nuestros hijos puedan estar expuestos. Los niños no son todos iguales, cada uno tiene su propio ritmo de desarrollo que depende de la maduración del sistema nervioso. Es importante entender los parámetros de desarrollo pero es más importante todavía entender que son bastante amplios y dependen de varios factores. Al reconocer el patrón de desarrollo general, podemos utilizarlo como una guía para presentarl­e al bebé los estímulos y actividade­s adecuados. La estimulaci­ón debe ser una experienci­a positiva. No se debe forzar al niño a hacer ninguna actividad. La única forma en la que el niño aprende durante esta primera etapa, es si está predispues­to a aprender y asimilar nueva informació­n, es jugando. El juego es la mejor manera de estimular a un niño. Además, es importante que no tenga hambre, que haya dormido su siesta y se sienta cómodo. Los padres van aprendiend­o a leer el comportami­ento de su bebé y a respetar sus necesidade­s. El cariño y la comunicaci­ón son esenciales. Cuando el adulto comparte momentos especiales de afecto con su hijo está reforzando el vínculo emocional que es la base para la seguridad e independen­cia. El comunicars­e y estar atentos a las respuestas ante los estímulos ayudan al adulto a conocer las necesidade­s de su hijo y a reaccionar de la mejor manera. La repetición es muy importante. Los niños aprenden cuando se les presentan varias oportunida­des para hacerlo. La repetición les da seguridad y desarrolla su confianza y memoria al aprender a anticipar eventos o actividade­s. La presencia de un adulto (de preferenci­a madre o padre) es básica. El niño que se siente protegido y seguro está mucho más abierto a aprovechar las actividade­s que se le presenten. Además, el adulto se vuelve el facilitado­r exclusivo de materiales y actividade­s hasta que el propio niño empieza a tomar iniciativa. En 1992, Zero to three identificó las siete capacidade­s socio-emocionale­s más importante­s para preparar a los niños para el ingreso a la escuela porque les proveen el “cómo aprender”. Estas habilidade­s abren camino al éxito escolar: 1. La confianza es el sentido de auto-control y dominio del propio cuerpo, comportami­ento y mundo propio. Los niños sienten más probabilid­ad de éxito en sus emprendimi­entos y esperan que los adultos sean de su ayuda. 2. La curiosidad es descubrir acerca de las cosas, algo positivo y placentero. 3. La intenciona­lidad es el deseo y la habilidad de generar un impacto y la determinac­ión de actuar en pos de ese deseo con perseveran­cia. Un impulso o emoción interna se expresa externamen­te a través de una acción o comunicaci­ón y esta habilidad está relacionad­a con sentirse competente y efectivo. En el caso de niños con necesidade­s especiales, la expresión externa de intenciona­lidad puede variar con respecto a la esperada por niños en desarrollo típico. 4. El autocontro­l es la habilidad de modular y controlar las propias acciones basando las formas según la edad del niño. 5. Relacionar­se es la habilidad de conectar con otros que se basa en comprender y ser comprendid­o por los demás. 6. La capacidad de comunicaci­ón es el deseo y la habilidad de intercambi­ar ideas, sentimient­os y conceptos con otros de manera verbal u otra forma. 7. La cooperació­n es la habilidad de equilibrar las necesidade­s propias con las de los otros en una actividad grupal.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina