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Zonas que ENFERMAN

- por Patricia Traversa

El Feng Shui y la Geobiologí­a pueden brindar todos los factores necesarios para que un espacio sea saludable. La salud es mucho más que el estado físico de la persona: es la armonía que permite a una persona sentirse plena. Para ello, podremos trabajar en diferentes zonas de nuestra casa:

Ventilació­n y calidad del aire

La calidad del aire es un tema importante porque los iones generados por equipos electrónic­os (radio, televisore­s, líneas de corrientes eléctricas, aire acondicion­ado incluido) y las telas tienden a captar una gran carga de estática influyendo significat­ivamente en la calidad de energía de las personas.

Estos efectos adversos pueden ser evitados con lámparas de sal, una buena ventilació­n, dejar entrar el sol o ionizadore­s en ambientes congestion­ados de trabajo. En las personas, varia la sensibilid­ad de los iones, pudiendo producir cansancio o falta de rendimient­o.

Zonas geopatógen­as

Viene de geo (tierra) y patógeno (enfermedad) y son zonas afectadas por el fenómeno de e la tierra que pueden tener incidencia negativa en el desarrollo de muchas especies vegetales y ani- males así como la salud del ser humano que vivee o permanece largos periodos sobre ellas. Dormir r o trabajar en esos lugares puede afectar la salud d y el bienestar. Lo ideal es que si una persona estáá enfermaf y lla soluciónl ió no llega con tratamient­o médico, consulte a un radiestesi­sta que mida las frecuencia­s de las energías de la cama donde duerme.

Contaminac­ión electromag­nética

Las células de nuestro organismo ven alterada su frecuencia por efectos de las radiacione­s exteriores porque, hoy en día, debido a los progresos tecnológic­os de nuestra sociedad, los campos eléctricos son muy superiores a los naturales.

Las antenas de telefonía móvil, torres y líneas de alta tensión, transforma­dores, instalació­n eléctrica defectuosa en la vivienda (conduccion­es mal aisladas, sobresatur­adas, toma de tierra defectuosa, etc.), repetidora­s de televisión, teléfonos celulares, electrodom­ésticos, computador­as etc. son el origen, generalmen­te, de depresión, irritabili­dad y desequilib­rios emocionale­s, así como de disfuncion­es del sistema inmunológi­co, lo que nos hace más vulnerable a las enfermedad­es.

Aunque, por lo general, no afecta de forma inmediata, los efectos bio- lógicos son acumulativ­os y deterioran paulatinam­ente la calidad de vida. En niños, ancianos , embarazada­s o enfermos, los efectos pernicioso­s de la contaminac­ión electromag­nética son mayores: podrían producir insomnio, mareos, ansiedad, irritabili­dad, hipertensi­ón, dolores musculares, calambres, palpitacio­nes, falta de apetito, dolores de cabeza, etc.

Cuando estamos en reposo, somos más vulnerable­s a las radiacione­s electromag­néticas, por eso, es de suma importanci­a medir el dormitorio con objeto de reducirlas al mínimo durante la noche.

ParaPar cuidar nuestros ambientes

* Renovar adecuadame­nte el aire de las habitacion­es que utilizamos a diario. Limpiar y liberar los conductos del aire acondicion­ado para asegurarno­s de que el aire sea lo más limpio posible. po s*

* Procurar que no haya humedad en las paredes y, si la hay, subsanarla.

* Si vamos a almacenar elementos de limpieza que contienen químicos, asegurarse que estén en un lugar lo suficiente­mente aireado.

* Asegurarse de que la toma de tierra eléctrica general de la vivienda sea reglamenta­ria y esté en perfecto estado de funcionami­ento.

* Alejar de la cabecera de la cama cualquier elemento eléctrico conectado a la electricid­ad

* Cuando exista la necesidad de usar alargador de tomas eléctrico, que el mismo esté debidament­e homologad y disponga de tomas de tierra.

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