De gatos y embarazos
Si estas embarazada y tenés un gato, informate bien de qué se trata la toxoplasmosis, cómo proteger te y cuidar a tu felino
En primer lugar, debes saber que la toxoplasmosis es causada por un parásito llamado toxoplasma gondii. Los gatos se infectan con este parásito cuando cazan y comen presas infectadas. Si es la primera vez, el felino excretará quistes de toxoplasma en las heces por un corto tiempo, momento en que las personas pueden infectarse si ingieren por alguna razón esas heces. Pero también podemos adquirir el parásito sin estar en contacto con un gato:
-Comiendo carne contaminada mal cocinada (especialmente de cerdo).
-Por ingestión accidental, luego de manejar carne cruda sin haberse lavado bien las manos.
-Ingiriendo comida que se contaminó con cuchillos y utensilios que entraron en contacto con carne cruda y contaminada.
-Bebiendo agua contaminada con toxoplasma.
-Por ingestión accidental de tierra contaminada, después de trabajar en el jardín.
-Accidentalmente, ingiriendo las heces de un gato infectado por primera vez con toxoplasma (si el gato estuvo infectado anteriormente y se reinfecta, tiene protección inmunitaria, por lo cual el riesgo de transmisión es mucho más bajo).
Si una embarazada se infecta con este parásito por primera vez, puede abortar o su bebé padecer problemas de salud. Sin embargo, si estuvo infectada en el pasado y se reinfecta durante el embarazo, el bebé no sufrirá daños.
Si estás esperando un bebé, seguí algunos consejos preventivos:
-Otra persona debe limpiar la caja de arena y lavarse enseguida las manos.
-Asear la caja al menos una vez al día. El parásito necesita de 24 a 48 horas fuera del cuerpo del gato para ser capaz de infectar. La limpieza eliminará las posibilidades de transmisión.
-Si no hay otra persona, limpiá la caja con guantes y barbijo. Lavate las manos enseguida.
– Cociná bien cualquier carne o alimento, especialmente de cerdo, antes de comerla.
– Lavá bien los utensilios que estuvieron en contacto con carne cruda.
– Mantené a tu gato dentro de la casa para que no ingiera presas contaminadas. – No le des carne cruda. – Usá guantes si haces jardinería (la tierra puede estar contaminada con quistes).
– Lavá tus manos después de cocinar, antes de comer y después de acariciar al gato o estar en el jardín.
Si tomás precauciones, no hay razón para temer estar con un gato y menos, para deshacerse de él. Informate bien y recordá que la buena higiene es la mejor medida para proteger la salud de tu familia y tu mascota.