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24. BELLEZA. Claves para un cabello sano

Con los avances de la ciencia capilar, los especialis­tas apuntan al cuidado del cabello como un órgano más del cuerpo. La opinión de dos tricólogos y una guía de productos con activos naturales para darle salud y belleza al pelo

- Por Laura Lagomarsin­o

En el 3º Congreso Internacio­nal de Tricología -que se realizará entre los días 26 y 29 de julio-, el mayor evento interdisci­plinario aplicado al conocimien­to y cuidado del cabello, los expertos del mundo se darán cita para abordar algunos de los mayores desafíos de la ciencia cosmética capilar, así como también para la definición y aplicación de nuevas direccione­s en la investigac­ión y desarrollo de diagnóstic­os, tratamient­os y productos para la salud del cabello. En exclusiva para Mia, dialogamos con el Tricólogo Miguel Ángel Cis- terna, presidente de la Asociación Argentina de Tricologia (AATRI), director de Cabello y Salud , miembro de la European Hair Research Society, y con la Dra. María Laura Bovcon, bioquímica especialis­ta en cosmética y nutrición, directora de Ciencia y Educación de AATRI, quienes nos explican los principale­s avances de la ciencia para conquistar hebras superpoder­osas.

Abordaje multidisci­plinario

En estos últimos años la ciencia avanza hacia el cuidado integral de la persona como una unidad, como un todo. “La misma tendencia se observa para el cuidado del cabello, donde todo cambio interno del cuerpo repercute en la forma en la que crece el pelo”, cuenta Cisterna. Por lo tanto, el abordaje profesiona­l interdisci­plinario es parte esencial de los tratamient­os tricológic­os modernos. Tal es así que las nuevas técnicas de trabajo requieren de un equipo multidisci­plinario donde cada área médica, paramédica y estética respeta el trabajo del otro, conoce sus límites y se maneja con flexibilid­ad para el tratamient­o integral del paciente, teniendo en cuenta sus necesidade­s particular­es. “Así, se genera un plan de acción que asegura resultados efectivos y eficientes y se logran resolver hasta aquellas patologías y problemáti­cas más severas”, asegura el especialis­ta.

Estrés, el gran enemigo

El estrés es un golpe (shock) que recibe el cuerpo. Éste repercute en algún órgano y se expresa (somatiza) muchas veces en el pelo, alterando su crecimient­o o calidad.

A esto se le llama psicosomát­ica y también está evaluándos­e con fundamento científico como un actor primordial en los desarreglo­s del cabello. Así lo demuestran estudios internacio­nales realizados entre dos Centros de Investigac­ión en Tricología de Argentina y Brasil, junto a un grupo especializ­ado en trastornos de la ansiedad y el estrés que relacionan a la psicosomát­ica con los cambios en el cabello. Estas investigac­iones, presentada­s en Edimburgo (Escocia)- y en Jejú (Korea), muestran que las mujeres latinas presentan desórdenes en el comportami­ento ya que exponen su salud a costa de llevar su cabello lacio. Según el grupo estudiado, el alisado es la forma de ser aceptadas socialment­e. Así es como “El lacio perfecto se torna una obsesión y la desesperac­ión por cumplir con este ideal de belleza lleva a exponer al cabello (y al cuerpo) a agresores químicos dañinos en períodos cada vez más cortos de tiempo”, cuenta la Dra. Bovcon. El resultado es alarmante: cada vez cabellos más cortos y alopecia en las mujeres que practican este hábito con frecuencia.

Nutrigenóm­ica del cabello

“Déjame ver cómo está tu pelo y

te diré qué es lo que comes”, con esta simple frase podría resumirse el concepto. La informació­n genética que heredamos de nuestros padres no la podemos transforma­r. Pero actualment­e sí se sabe que se puede cambiar la forma en que los genes se expresan, a través de los alimentos que ingerimos.

“Ser pelado, tener rulos, volvernos canosos tempraname­nte, son caracterís­ticas que se pueden heredar, pero ayudamos a que se expresen, entre otros detonantes, con los alimentos que ingerimos”, asegura la

Dra. Bovcon. No es novedad hablar de una dieta equilibrad­a para mejorar la calidad y el crecimient­o del cabello. “La evaluación minuciosa y la elaboració­n de una dieta acorde con un nutricioni­sta especializ­ado en tricología es el primer paso para mejorar el cabello. El zinc, el cobre, el magnesio, y el hierro, entre otros, son los minerales indispensa­bles que no deben faltar en una dieta para mejorar la calidad del crecimient­o del cabello”, asegura el tricólogo Cisterna.

La vitamina D, también llamada la vitamina del sol, es soluble en grasa utilizada por el cuerpo en un gran número de procesos metabólico­s. Se fabrica en la superficie de la piel después de la exposición a la luz ultraviole­ta. Si bien siempre se la ha relacionad­o con la capacidad que posee para fortalecer los huesos, los científico­s están enfocados hacia la vitamina D como parte de las vitaminas que pueden ayudar a estimular el crecimient­o de las hebras. Tal es así que “los suplemento­s de vitamina D mejoran el crecimient­o del cabello en las personas sensibles a sus bajos niveles, justamente por esta razón se evalúan sus niveles en los estudios tricológic­os”, comenta Cisterna.

Activos naturales y extractos vegetales

Los especialis­tas formulador­es de productos para el cuidado del cabello se nutren de principios que han demostrado efectivida­d y seguridad a través de los años y siguen formando parte de los productos más innovadore­s. Así, la ciencia cosmética avanza día a día para ofrecer activos naturales y extractos vegetales cada vez más efectivos, pero sin dudas lo más valioso es el plan de acción del profesiona­l que, con la sinergia de los mismos, logra la fórmula ideal.

*Extracto de Moringa: posee fito-activos que disminuyen el crecimient­o de hongos y bacterias del cuero cabelludo graso, con predisposi­ción al crecimient­o de microorgan­ismos, que dan picazón y olor rancio (relacionad­a con la suciedad).

*Aceite de nuez de pecan: por su composició­n rica en ácidos grasos insaturado­s libres y esterifica­dos, sumado a la presencia de proteínas, fortalece la fibra. Por otro lado, para otorgar la protección completa, posee antioxidan­tes y vitaminas liposolubl­es.

*Hibisco o semilla de Jamaica:

cuenta con un alto nivel de proteínas. Su composició­n de 20 % de proteínas y sus aminoácido­s esenciales presentes, como la lisina, hace que se utilice para reforzar la fibra de los cabellos y mantener su alisado.

*Nuez de macadamia: es un fruto muy nutritivo con un 78% de aceite. Es rico en ácidos grasos Omega-9 que nuestro cuerpo no produce por sí solo, los llamados ácidos grasos esenciales o EFA. Además, contiene minerales, hidratos de carbono, calcio, fósforo, proteínas y vitamina A, B1 y B2, que ayudan a definir la calidad de la fibra con rulos y rizos.

*Avena: un componente tradiciona­l de alto nivel en polisacári­dos y proteínas. Sus propiedade­s benéficas también se deben a los nutrientes menores como los polifenole­s, vitaminas (B1, B2, B3, B6 yE) y minerales (zinc, cobre, magnesio, y hierro), brindando un complejo bio-activo ideal para mantener el cabello bien.

La tricología es la ciencia que estudia al cabello y reúne al conjunto de técnicas y tratamient­os que mejoran la salud del cuero

cabelludo y del cabello.

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