Pensamientos POSITIVOS
Somos lo que pensamos, nuestros pensamientos co-crean nuestra realidad. Es increíble el poder que tienen tus pensamientos: los negativos literalmente envenenan tu vida, en cambio, los positivos siembran felicidad en tu mente. Cada mañana, cuando te levantes, hacé afirmaciones positivas, lee algún texto espiritual que eleve tu alma. Si lo hacés ni bien despiertes,cuando todavía tu mente está en blanco (las ondas cerebrales aún están dentro del rango alfa), las palabras se grabarán en tu conciencia cambiando la percepción de todo tu día. Con el hábito diario, leyendo la afirmación correspondiente a esta semana, de a poco cambiarás tu manera de pensar y de sentir, adoptando una actitud positiva de vida.
Lectura
Sé amable con vos misma. Sé paciente. Date tiempo para aprender, para cambiar. La transformación no sucede en un solo día y ha comenzado ya.
Crecer nos lleva toda una vida, date tiempo. Como todas las artes, vivir nos pide dedicación para adquirir la maestría. Cada intento en la vida es valorable y positivo. Utilizá palabras de aliento todos los días con vos misma. Reforzá tu confianza con premios. Regalate medallas a la valentía solamente por seguir intentándolo, por no bajar los brazos y vivir plenamente. Lo estás haciendo bien, debés decírtelo a menudo, siempre.
La niña o el niño interior que hay en vos, necesita que lo apruebes, que lo ames y le digas que todo va a salir bien, cada día un poquitito mejor. El viaje a la transformación de vos misma ya ha comenzado.
Afirmación positiva
Siento que estoy creciendo y cada día hago las cosas mejor. Veo esa Luz al final del sendero, que me guía, que me orienta. Voy por muy buen camino.
Respiración conciente
Un ser humano puede estar varios días sin comer, po-
cos sin beber, pero no puede pasar más de 3 o 4 minutos sin respirar. Así de importante es la respiración en el funcionamiento de nuestro organismo.
El oxígeno que ingresa a nuestro cuerpo a través del aire que respiramos, es el alimento más importante de nuestra sangre y esta, a su vez, alimenta nuestras células, nuestros tejidos, órganos vitales, glándulas y músculos. Podríamos decir que el aire es el alimento principal de nuestro cuerpo.Todos respiramos, sin embargo ¿lo hacemos correctamente? Probá hacer cada día una respiración completa. Para comenzar la práctica de la respiración buscá una habitación ventilada, preferentemente luminosa.
Sentate en una posición cómoda, con la columna derecha (que es por donde va a pasar la corriente vital de energía), puede ser sentada en una silla o sobre un almohadón.
Realizá cada respiración en forma pausada y profunda. Siempre inhalando y exhalando por la nariz para absorber y conservar mayor cantidad de energía.
Comenzá con la respiración básica: lentamente, en forma conciente, llená de aire las tres partes del pulmón, primero llevá el aire al bajo vientre (respiración diafragmática), luego, a la parte media ensanchando la caja toráxica, expandiendo pecho y costillas y, por último, al tramo superior (clavicular). De esta manera, aprovechás al máximo toda tu capacidad pulmonar, oxigenando correctamente todo tu organismo. Repetí la respiración completa varias veces, por lo menos 10 inhalaciones y exhalaciones.
Contrariamente a lo que se cree, la exhalación es tan importante como la inhalación; porque al exhalar, eliminamos el aire residual y viciado que resulta tóxico para el organismo. Cuando exhales, vaciá hasta el último resto de aire de los pulmones. Terminá con un pequeño suspiro que elimine el último resto de aire residual.
Con esta técnica básica, has comenzado a respirar correctamente, atrayendo salud y bienestar a tu organismo.