IDEAS ÚTILES. Secretos compartidos
Chau ojeras
Un buen truco para deshacernos de ellas es colocando una mascarilla con zanahoria y aceite. Para hacerla, rallá una zanahoria, agregá aceite de oliva y mezclá bien. Con los ojos bien cerrados, frotá los párpados y cubrilos con unas rodajas de pepino fresco. Recostate y dejá actuar 5 minutos antes de retirar.
Mancha de tomate
Lavá la prenda con agua fría y luego frotá la zona con un algodón embebido en glicerina. Por último, lavala con agua y jabón.
Fritos
Si vas a hacer milanesas, papas o buñuelos, seguí este consejo: cociná a 180º con abundante aceite hasta cubrirlas bien. En el caso de los alimentos congelados, colocá en el aceite pocas piezas por vez para que no se enfríe.
Hoja brillante
Para que el cuchillo quede brillante, al limpiarlo, frotá la hoja con cáscara de limón, lavá con detergente, enjuagá y secá bien. Si está oxidado, limpialo con una cebolla cortada por la mitad y luego pasá un poco de azúcar impalpable. Lavá con agua tibia y secá con un paño seco.
Oxidados
El secreto para que los clavos, tornillos, martillos y serruchos no se oxiden y duren mucho tiempo es guardarlos en la caja de herramientas, junto a un pedazo de carbón, madera o yeso, que absorberá la humedad y mantendrá las herramientas perfectas. Evitá tener que retocarte el make up en medio de una fiesta, con este simple truco: antes de pintarte, aplicá sobre el rostro hielo, dentro de una bolsa plástica, durante unos segundos. El frío hace que se fije el maquillaje por horas. Un truco para bajarle el ruedo a un pantalón de jean y que no quede la marca: al desprender el hilo, pasá un paño con anilina -del color de la telapor la línea clara hasta conseguir el color deseado.
Agua de colonia
Llená una jarra con violetas y cubrí con vinagre
de vino blanco.Tapá el recipiente y dejalo en un
lugar cálido por 4 o 5 semanas. Escurrí el líquido
y guardalo en frascos. También se puede utilizar pétalos de rosas o flores
de lavanda.
Sombrero de paja
Si tenés uno y no lo usás porque está manchado, probá de frotarlo suavemente con un cepillo de cerdas blandas, humedecido en agua. Luego echá sal entre las cerdas y volvé a frotar de lado a lado.