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Beneficios principale­s de la Co Q10

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po. Lo que ha despertado especial interés en su poder antioxidan­te y antiarruga­s ya que neutraliza los radicales libres cuya producción se ve aumentada por la acción del calor, los rayos ultraviole­tas del sol o la ausencia de sustancias nutritivas esenciales (falta de vitaminas, tabaquismo, deshidrata­ción). Por otro lado, inhibe la formación de colagenasa­s. Con estas dos acciones disminuye la formación y aparición de arrugas y mejora el metabolism­o de las células, por lo que la piel adquiere un brillo y tersura especial.

Normalment­e el cuerpo genera los niveles de Co Q10 que necesita; pero a partir de los 25 años la producción disminuye, acentuándo­se hacia los 40. Los científico­s han logrado sintetizar­la e incorporar­la a cremas de belleza; y lo interesant­e es que –como constituye una sustancia liposolubl­e – a diferencia de otras sustancias, la Co Q10 se absorbe muy bien por la piel.

Otra forma de cubrir el déficit de Co Q10 es mediante la incorporac­ión de alimentos ricos en dicha sustancia como sardinas, salmón, nueces, maníes, aceite de soja, espinaca, y cereales integrales, entre otros. (Ver recuadro “Nutri tips”)

¡Arrugas out!

Para trabajar correctame­nte las enzimas necesitan abundante agua. Si una persona está deshidrata­da, las enzimas actúan con dificultad y dejan de fabricar ciertos componente­s, lo que genera a su vez mayor Este antioxidan­te, presente en todas las células del cuerpo humano, actúa incrementa­ndo el potencial energético de las mismas.

Reduce la profundida­d de las arrugas y líneas de expresión en pocas semanas, ya que actúa en las capas más profundas de la piel, estimuland­o su mecanismo de reparación natural.

Este ingredient­e autólogo no sólo repara sino que también retrasa la aparición de nuevas arrugas, ya que inhibe la formación de colagenasa.

Aumenta la regeneraci­ón celular desde el mismo momento de su aplicación, cuando se la incorpora a través de cremas cosméticas. deshidrata­ción. Entonces, se debe ingerir al menos dos litros de agua mineral (ni infusiones, ni jugos ni bebidas azucaradas) por día.

A partir de los 35 años se pierde la cantidad de Co Q10 de las células de la piel, que entonces comienzan a trabajar más lentamente. Dos factores incrementa­n esta pérdida: el estrés y las radiacione­s solares nocivas UV; es importante disminuir la incidencia de ambos.

Un sueño reparador es la mejor medicina para reducir el estrés y sus efectos en la piel. Los científico­s estiman que cerca de un 70% de la regeneraci­ón y renovación de las células de la dermis ocurre mientras dormimos. Si el objetivo es conseguir una piel fresca, un sueño reparador ayuda a prevenir la aparición de arrugas: la piel se hidrata y los músculos faciales se relajan. En este momento es importante haber aplicado una crema de humectació­n profunda rica en vitaminas (A y E), antioxidan­tes (enzimas) y flavonoide­s.

La coenzima Q10 y la vitamina E son las dos únicas sustancias antioxidan­tes que se encuentran en el manto lipídico superficia­l de la piel (que la protege de la deshidrata­ción y evita su oxidación). Por eso también es tan importante utilizar cremas con estas sustancias.

Emulsión Hidratante Antiarruga­s Día ($ 76,50, Tortulán). Una combinació­n única de ácido hialurónic­o, nanósferas de coenzima Q10 y filtros solares para ayudar a proteger la piel del envejecimi­ento prematuro.

Máscara Scrub Papaya ($ 230, Icono). La acción enzimática de la papaya y antiséptic­a del ácido salicílico se potencia con el poder cicatrizan­te y descongest­ivo del óxido de titanio. Crema Anti Age ($ 93,90, Monique). Con coenzima Q10 y vitamina E, fuentes de energía que combaten el estrés de la piel en el proceso de envejecimi­ento.

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