Cuidados básicos
Si tenemos presentes algunos consejos básicos, nuestros animales crecerán fuer tes y sanos
Proteger la salud de tu mascota requiere responsabilidad y constancia. Siempre es conveniente repasar los cuidados que debemos tener para mantener su salud en perfectas condiciones.
Lactancia: nunca la separes de su mamá antes de las 6 semanas de edad, ya que necesita adquirir la inmunidad que ella le transfiere a través de su leche. Es la mejor medicina preventiva y únicamente las madres pueden brindarla. Después de este tiempo, la salud de la mascota dependerá en mayor medida de los cuidados que los dueños puedan darle, además del plan sanitario completo y una nutrición adecuada.
Vacunas y controles: chequear que sus ojos, nariz y oídos estén bien limpios, la lengua sonrosada y húmeda; comprobar que no tenga pulgas ni excrementos de éstas por la superficie corporal. Se la debe llevar periódicamente a un veterinario para que realice los controles pertinentes y un examen clínico general. El profesional detallará un plan de vacunación que se ajuste a las necesidades, teniendo en cuenta su historia o zona de residencia. Las vacunas son fundamentales ya que generan anticuerpos que refuerzan el sistema inmunológico. Es necesario que año tras año se vuelvan a aplicar. Los perros necesitan vacunas tales como rabia, moquillo canino, rotavirus, parvovirus, coronavirus, entre otras; mientras que los gatos requieren vacunarse con-
tra la rabia, triple felina y leucemia felina. A los animales adultos (mayores de un año), se les debe dar un refuerzo anualmente. El número y variedad de enfermedades que actualmente pueden prevenirse de esta manera se incrementan constantemente.
Higiene dental: el alimento balanceado seco ayudará a mantener sanos sus dientes y encías y, si se complementa con una limpieza frecuente, se evitarán enfermedades periodontales.
Parásitos: se debe mantener desparasitada a la mascota. Es recomendable realizar controles una vez al año y si está en contacto con otros animales en la calle, realizarlos más de una vez por año. El veterinario puede ordenar análisis para detectar presencia de parásitos y definir el antiparasitario correcto.
Cepillado: es primordial mantener el pelaje limpio y saludable y así eliminar pelos sueltos. El cepillado frecuente previene y remueve la suciedad, pelos muertos y microorganismos; en primavera y otoño es ideal cepillarlo a diario porque es la época en la que cambian el pelo. Se debe cepillar no sólo la parte de atrás y de arriba, también las patas y sobre los costados. Es recomendable acostumbrar al animal desde pequeño a cepillados suaves y frecuentes. Así, se construirá una rutina aceptable.
Un buen baño: a los perros hay que bañarlos cuando se los ve sucios o tienen olor. Es ideal tener a mano el champú adecuado para su pelo, jabón neutro, cepillo, toallas y secador antes de empezar el baño. Es fundamental que quede bien seco para prevenir posibles patologías.