El pasillo de entrada exterior es tan importante como la elección de la puerta que da a la calle. Es la primera imagen que se tiene del hogar y algunos materiales no son del todo aptos
Un empedrado bien colocado en la entrada de la casa o los senderos del jardín puede convertirse en una pequeña obra de arte. Pero para que realmente quede bien, es imprescindible que combine con la fachada y la puerta. Lo ideal es que el material elegido se funda con la naturaleza del entorno. Si se construye con materiales orgánicos y de forma armoniosa, el pavimento elegido puede parecer en total consonancia con su alrededor.
Los caminos de entrada, sea de la puerta principal o el garage, no sólo deben ser prácticos, sino también resistentes a los cambios del clima, seguros y quedar bien. A fin de cuentas, es lo primero que se ve cuando se llega. Adoquines, mosaicos bien elegidos o un patchwork de distintos materiales le dan a la casa un toque personal e invitan a pasar.
Esto no quiere decir que no sea posible optar por un simple pavimentado de hormigón, una tendencia muy actual y bastante económica. En cuanto a los pavimentados naturales, los preferidos son el pórfido, el granito, el basalto, la arenisca, el mármol y la pizarra. Son fuertes, duran mucho y con el tiempo se forma sobre ellos una pátina que hace que se luzcan todavía más. Las piedras naturales se pueden combinar bien con otros materiales como el hormigón, el ladrillo o la madera.