Eduardo Marrazzi,
-¿Estos microrelatos están unidos por puntos suspensivos? -La vida tiene sus puntos suspensivos, tanto en el presente como en el futuro, que significan incógnitas referidas a nuestras relaciones, hechos y lugares en los que nos movemos, vivimos o por los que viajamos.
-Algunos de estos cuentos nacieron en los '80: ¿por qué tardaste tanto en publicarlos? -Porque, en principio, formaron parte de una sección del diario La Razón que escribí durante una temporada de verano marplatense. Con el correr de los años, fui sumando hechos que ocurrían durante la cobertura de otras notas y que se producían en bares, restaurantes u otros lugares públicos. Muchos fueron escritos en servilletas y el 90% están basados en situaciones reales. Además, salvo los seis nombres famosos que cito especialmente, hay muchos protagonistas de estas historias que ignoran que me inspiré en ellos y que forman parte del libro. -¿Que sean 70 historias es casualidad? -Me pareció un número suficiente como para un libro. En numerología, el 7 es un número muy importante, símbolo del pensamiento, la espiritualidad, la conciencia, el análisis psíquico y la sabiduría.
-Durante años, fuiste leído en esta revista: ¿cómo le recomendarías tu libro a las lectoras? -Les diría que lo tomen como un entretenimiento, un pretexto para completar las historias agregando personajes, detalles y situaciones que puedan enriquecerlos. La idea es que los lectores participen aportando su imaginación. Por eso, todos terminan con puntos suspensivos, aunque de cualquier modo, cada cuento tiene los elementos necesarios para entender la historia. Cada historia es un ejercicio de síntesis periodística de un profesional acostumbrado a titular y redactar durante más de 40 años.