Cálculos biliares un problema muy femenino
Según las estadísticas, el 65% de los casos de cálculos en la vesícula se dan en mujeres. El riesgo aumenta durante el embarazo y entre las que consumen anticonceptivos o estrógenos en la posmenopausia. Un estudio de la Universidad de Maryland determinó los grupos que tienen más riesgo en los Estados Unidos y las mujeres también llevaron la delantera: Mujeres Hispanos Mujeres mayores de 40 años Aborígenes Otro dato preocupante es que se ha verificado que son cada vez más los jóvenes que sufren de este problema, vinculado al actual estilo de vida antifisiológico. De acuerdo a los datos recogidos por la jefa de la Unidad de Admisión Hospitalaria del Hospital Arco Iris de Bolivia, Dra. María Antonieta Hinojosa, el 30% de los habitantes de todo el mundo sufre este problema. "Ahora se ha advertido que el problema de vesícula se manifiesta en personas más jóvenes, desde los 18 en adelante. Sin embargo, se han presentado también casos en menores de 14 y 15 años”, sostuvo la médica. Por esta razón es imprescindible tomar medidas sanitarias a escala para favorecer hábitos saludables que ayuden a prevenir este y tantos otros problemas de salud vinculados a nuestras elecciones de alimentos y nuestras opciones a la hora de definir un estilo de vida cada vez más insalubre.
¿Solo quirófano?
La vesícula biliar es una pequeña bolsa que tiene forma de pera y se ubica detrás y debajo del hígado. Su función es almacenar la bilis secretada por el hígado, necesaria para digerir los alimentos grasos. Está unida al intestino por el conducto biliar y, cuando llegan los alimentos grasos, manda una señal para recibir algo de bilis que le permita la digestión y posterior eliminación de los desechos.
Cuando sustancias de la bilis se endurecen, se forma lo que conocemos como cálculos y que obstruyen el paso de la bilis al intestino. Las "piedritas" pueden ser diminutas como un grano de arena o grandes como una pelota de golf. Con
frecuencia, la solución planteada desde la ortodoxia médica para eliminarlos es extirpar la vesícula, procedimiento que se conoce como colecistomía, lamentablemente sin experimentar previamente con soluciones naturales que actúan preventiva y terapéuticamente evitando potencialmente este procedimiento en la mayoría de los casos.
Entre las causas que producen los cálculos se destacan la mala alimentación, especialmente cuando es alta en colesterol malo (LDL), una gran cantidad de bilirrubila en la bilis o una vesícula endurecida porque no se vacía frecuente y produce una bilis muy concentrada.
Los síntomas descriptos por el American College of Surgeon son:
Dolor agudo en la parte superior derecha del abdomen que puede pasar a la espalda, al abdomen medio o al hombro derecho. Fiebre baja. Náuseas y sensación de hinchazón. Ictericia (la piel se pone amarilla) si hay cálculos biliares bloqueando el conducto biliar.
Otros caminos
Cuando hay antecedentes de formación de cálculos biliares, es recomendable prevenir manteniendo un peso adecuado, reduciendo al mínimos los alimentos altos en grasas saturadas, elevando el consumo de frutas, verduras, semillas y granos integrales y, en el caso de las mujeres, evitando tratamientos basados en estrógenos.
Un punto esencial a tener en cuenta, que para los naturópatas es prioridad, es mantener limpio el colon. Por supuesto, básicamente, tenemos que asegurarnos de mover el intestino diariamente, una o dos veces. En caso que la movilidad in- testinal sea insuficiente, podemos ayudar a regularizarla consumiendo aloe vera, cáscara sagrada, compota de ciruelas, cloruro de magnesio o algún otro laxante suave y natural. La buena hidratación, el ejercicio físico y la exposición al sol, son pilares preventivos. Lo más detox es el consumo cotidiano de un limón diluido en agua para facilitar la limpieza de la sangre y los tejidos.
Para ayudar a aliviar esta condición, contamos con recursos naturales que, con el conocimiento adecuado y toma de precauciones, podemos ir sumando con la ayuda de un profesional que nos ayude a combinar y lograr las sinergias
más potentes:
Magnesio: se trata de un mineral muy importante para la salud que cada vez aparece menos en los alimentos debido a la forma de producción primaria y los procesos de refinación a los que los somete la industria. Una forma de reponerlo es a través del cloruro de magnesio que, entre otras cosas, ayuda a prevenir la formación de cálculos en la vesícula.
Una forma de consumirlo es a través de una práctica que se generaliza cada vez más: el consumo de agua de mar a través de la cual se obtiene una buena dosis del mineral además de la totalidad de nutrientes que posee.
La otra es comprar cloruro de magnesio, diluirlo a razón de unos 25 a 33 g por litro de agua, beber una tacita de café en ayunas (pueden tomarse hasta 3 al día pero solo bajo supervisión profesional) y descansar una semana al mes. Si se hace el tratamiento más de tres meses, hay que consultar a un especialista.
También puede consumirse en comprimidos, una solución para los que no soportan el mal sabor del cloruro de magnesio.
De ninguna manera debe utilizarse en casos de insuficiencia renal.
Cúrcuma: su principio activo, la curcumina, es un reconocido nutriente con propiedades antiinflamatorias y antioxidantes que se utiliza cada vez más para la prevención y el alivio de enfermedades como el mal de Alzheimer, articulaciones inflamadas o como regulador
inmunológico. En el caso de la colecistiasis, se recomienda mezclar un poco de miel con una cucharadita de cúrcuma y agua con el fin de estimular la eliminación de los cálculos. Se puede consumir diariamente y hasta la eliminación, luego, se puede seguir utilizando de manera preventiva.
Manzana: tanto la fruta, su jugo o un buen vinagre de manzana de fermentación natural son excelentes aliados para eliminar los cálculos y mantener la vesícula en buen estado. El principio activo protagonista es el ácido málico que ablanda los cálculos y reduce la producción de colesterol por parte del hígado. Otra ventaja es que alivia los dolores en los ataques vesiculares. Se puede mezclar una cucharada de vinagre de manzana de fermentación natural en un vaso de agua o, aún mejor, en jugo de manzana y se bebe diariamente. Puede complementarse consumiendo 2 o 3 manzanas diarias y perfectamente combinarse con cualquiera de las estrategias anteriores. Sin embargo, para evitar crisis curativas muy molestas, es mejor comenzar primero con una y luego agregar la siguiente.
Limón: como estrategia de choque, se puede beber el jugo de 4 limones, en ayunas, durante una semana y, luego, ir incorporando cualquiera de las estrategias anteriores, manteniendo el consumo del jugo de limón.
Durante el proceso de eliminación, y para una adecuada prevención, se recomienda una alimentación frugal, fresca, con mayoría de alimentos vivos e integrales y el consumo de 21/2 a 3 litros de agua diariamente. Por supuesto, para evitar que sigan formándose, será necesario mantener un estilo de vida saludable y mejorar las decisiones cotidianas.