Todo sobre quesos
Sabroso y nutritivo, el queso es uno de los alimentos favoritos alrededor del mundo, y uno de los más importantes de nuestra dieta. También, es una de las comidas más versátiles que existen, por su sabor, variedad, y la gran cantidad de formas en las que se puede preparar.
Existen quesos para todos los gustos, los hay frescos, duros, curados, ahumados, salados, dulces, fundidos, semiblandos, untables, entre otros. Cada uno posee características propias y diferentes según su origen, el tipo de leche empleado o su forma de fabricación.
También los hay de olor fuerte, llamados “quesos apestosos”, una variedad muy solicitada por los grandes gourmets.
El queso es un alimento fresco o curado, fruto de la coagulación de la leche y posterior separación del suero. Existen cientos de tipos de quesos en función de la leche utilizada, la maduración, microorganismos añadidos, etc.
Según su proceso de elaboración, se clasifican en quesos frescos, quesos afinados, madurados y fermentados, y quesos fundidos.
Más común y práctica es su clasificación según su contenido graso, en función del contenido total en grasas calculado sobre el extracto seco, es decir, sin agua. Según esta división, encontramos: Doble Graso, con un mínimo de grasa del 60% Extragraso, con un contenido mínimo del 45% Graso, con contenido mínimo del 40% de grasa Semigraso, que contiene un mínimo de 25% Magro, con un contenido máximo del 25% de grasa En general, los quesos frescos destacan por su contenido de proteínas de alto valor biológico y calcio de fácil asimilación, fósforo, magnesio, vitaminas del grupo B (especialmente, B2 o riboflavina, B12 y niacina) y vitaminas liposolubles A y D.