Empezamos a hablar
Muchos padres viven las primeras palabras de su bebé con entusiasmo y alegría. Sin embargo, hay que tener presente que los bebés se expresan desde su nacimiento respondiendo de una única manera que es el llanto. A partir del primer hasta el tercer mes, emite gorjeos, suspiros y gritos; de los 4 a 5 meses balbucea combinando consonantes y vocales, como “pa”, “ba”; de los 6 a 9 meses, vocalizan de forma más extendida como “papapa” o “bababa”; de los 10 a 12 meses dice palabras como “papá”, “mamá”. Desde los 12 hasta los 17 meses usa una o más palabras, hace preguntas de dos palabras, practica tonos cuando realiza preguntas y posee un vocabulario de aproximadamente 50 vocablos. De los 18 a los 24 meses, su vocabulario incluye hasta 200 palabras. Hacia los 2 años, arma frases de tres palabras, utiliza pronombres pero puede confundirlos, como hablar en tercera persona: "bebé quiere". Entre los 25 y 36 meses logra un vocabulario de 300 palabras, aprende a usar pronombres y une verbos y nombres para realizar frases como “quiero jugar con el nene”. Finalmente, a los 3 años puede conversar, manejar tonos de voz, decir su nombre, su edad y realizar relatos cortos.
¿Una nena habla antes que un nene? Las observaciones muestran una tendencia a favor de que ellas tienen superioridad lingüística, pero no es más que una tendencia. Sin embargo, con el correr del tiempo las diferencias desaparecen. ¿Cómo estimularlos?
Desde su nacimiento, se aconseja hablarles cuando se les cambia el pañal, se los baña o se los alimenta.
Incorporar palabras nuevas pronunciándolas claramente aunque parezcan difíciles para el niño.
Se debe de ser creativo disminuyendo las rutinas de juego, ya que una actividad conocida para el niño disminuye el esfuerzo cognitivo.
El acto de comunicación no debe de ser una obligación ni una exigencia. Hay que disfrutar el momento y tiene que ser agradable para los padres y el niño.
La utilización de libros es valiosa ya que el niño no es un oyente pasivo. Le importan las figuras, la textura del libro, la actitud corporal del lector, el ritmo de la presentación del cuento.
Evitar distractores externos. ¿Y si hay problemas? La detección temprana de problemas auditivos es crucial, las otoemisiones acústicas, incorporadas dentro de la pesquisa neonatal, acerca a tiempo el diagnóstico de esta patología. Se recomienda, ya que no está incorporado a un plan nacional, una prueba de audición al ingreso escolar.
Los padres deben estar atentos a si el bebé no emite sonidos en los 6 primeros meses; si no es capaz de elaborar frases simples, luego de los 20 a 24 meses o si no puede realizar frases largas, si no incorpora pronombres luego de los 30 a 36 meses.