Todo lo que hay para ver
Una obra que recorrió mundo Diego Faturos, actor de “La omisión de la familia Coleman”
-¿Cuál fue tu primera impresión cuando leíste este libro?
-En realidad, no imaginé nada, fue un proceso inverso. Primero se improvisó bajo la mirada y dirección de Claudio Tolcachir y, después, leímos el texto. Fue sorprendente descubrir meses de improvisación condensados en esa hora y media.
-¿Cómo definirías la historia?
-El espectador asiste como un voyeaur a la función, espía un rato la vida y el funcionamiento de los vínculos de esa familia. El humor negro va copando la escena a medida que avanza la obra.
-¿Fue fácil ser parte de una familia tan particular?
-Fue y es algo que siempre fue natural. Hace 13 años que hacemos la obra y la seguimos pasando muy bien, disfrutamos de estar dentro y fuera del escenario.
-¿El público de los distintos lugares que recorrieron reacciona de la misma manera?
-Hay momentos exactos en los que la gente siempre se ríe. Creo el espectador puede reconocerse con facilidad en esta familia. En Irlanda, nos preguntaron si nos habíamos inspirado en una familia irlandesa para hacer la obra. Si bien no es lo mismo hacerlo frente a un público que habla tu mismo idioma, es una experiencia muy enriquecedora representarla en distintos países. El teatro es un hecho comunicativo, se arma un diálogo con la platea y tanto en España, como en China o Sarajevo, de alguna forma, ese diálogo se armó.
-¿Qué sentís al ver crecer esta historia de la manera que lo logró en estos años?
-No nos deja de sorprender y no dejamos de disfrutar lo que pasa con la obra. Estamos cumpliendo ahora 4 años ininterrumpidos en el circuito comercial de manera autogestionada. Ahora nos mudamos al teatro Metropolitan y deseamos que el público nos siga acompañando.