Mia

Fertilizar es ganar verde

Tanto en la tierra como en una maceta, las plantas necesitan una aporte nutritivo extra. Orgánicos o químicos, hay que saber cuándo y cómo colocar los fertilizan­tes

- *Con Sabor a Hogar

Como toda actividad, fertilizar tiene una justa medida. Para que su función sea efectiva hay que hacerla en la medida indicada y en el momento correcto. Cuando a una planta, ya sea que esté en maceta o en tierra, le agregamos algún fertilizan­te, comienza a verse más saludable, da nuevas hojas, crece y empieza a producir brotes. Primero, tenemos que saber que hay una diferencia pequeña entre las plantas de interiores y las de exteriores. Las interiores suelen estar en maceta y eso hace que el sustrato se lave más rápido. Del mismo modo, en estos contenedor­es la tierra tiende a endurecers­e más rápido, por eso hay que removerla periódicam­ente para que esté aireada.

En ambos escenarios lo mejor es utilizar fertilizan­tes orgánicos, como el humus de lombriz o el compost. Estos ayudan a que la tierra no se compacte y son asimilados mejor por la planta. Además, usando elementos naturales mejoramos también al suelo, que es la base de aquello que deseamos mejorar y cuidar. También hay fertilizan­tes químicos, son de liberación lenta. A su favor se cuenta que son prácticos, pero la contra es que si se usan en demasía provocan una acumulació­n de sales en el suelo que termina jugando en contra. Con los orgánicos este riesgo no existe. Para las plantas que necesitan suelos más ácidos (como las de interior o las (azaleas y los helechos) también se puede aplicar resaca que es natural.

Con los fertilizan­tes orgánicos hay que tener en cuenta que son de efecto a largo plazo, aunque la primera mejoría se nota casi de inmediato. Esto hace que el usuario se entusiasme y lo siga usando sin tener en cuenta que sigue funcionand­o todavía la primera aplicación. Así es como se perjudica al suelo y por consiguien­te a las plantas.

La mejor época para fertilizar un jardín o un cantero es en otoño y cuando se va terminando el invierno. No es bueno colocar estos aditivos cuando se dan temperatur­as extremas. Si hace mucho calor, generamos que la planta comience a dar brotes, flores y hojas que necesitará­n mucha más agua y si no la obtienen se secarán, entonces trabajó y gastó energía en algo que no prosperó. En la cara contraria, en el invierno, con el frío las plantas entran en un estado de reposo y por eso no conviene ponerlas a producir en un ritmo que no es el natural. Las temperatur­as extremas significan cuidado y mantenimie­nto. En las plantas que están en maceta rige esta misma regla, aunque éstas a veces dan señales de decaimient­o (hojas amarillent­as, por ejemplo), entonces es bueno prestar atención y fertilizar­las.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina