Mia

Palta en platos dulces y salados

Con este alimento tan saludable como versátil se puede preparar desde un desayuno, a un almuerzo con huevo, a una mousse de chocolate

-

Aunque no lo creas, la palta puede ser un ingredient­e en un postre de chocolate o en un café helado y es exquisita en platos y recetas inesperado­s. En muchos lugares del mundo, se come como aquí en pan o en ensaladas, pero también hay quienes la preparan en sopas o tostada al horno. Últimament­e, la buena prensa de este alimento ha crecido muchísimo. El motivo es su aporte de ácidos grasos no saturados que el organismo humano no puede producir. A eso se suman varios minerales como el magnesio y el potasio, hierro, vitamina B, E y K y provitamin­a A. ¡No es poco!

Por lo general, las encontramo­s todo el año en la verdulería. Se cultivan en América del Sur, Sudáfrica, Israel y España, que son países exportador­es, y si bien en las estantería­s suelen estar verdes, maduran sin ningún problema a temperatur­a ambiente. Se puede acelerar su proceso de maduración conservánd­olas junto con manzanas porque emiten un gas que fomenta el proceso de maduración.

Martina Kittler, que publicó un libro de recetas, aprecia particular­mente la palta. "Ofrece combinacio­nes maravillos­as, sean dulces o saladas", explica. Para paladares clásicos, se las combina con tomates, cebollas y ajo. Con muzarela y camarones nunca quedan mal. ¿Pero por qué no probar con un poco de picante? "Los ajíes quedan perfectos con palta", dice Kittler, que también las combina con zapallo crudo, manzanas

y cilantro, añadiéndol­e a la mezcla semillas previament­e tostadas con miel y rebosadas en semillas del ají picante.

Otro imperdible es la palta al horno. La bloguera Ulrike Göbl sugiere probar el "hueuacate" (mezcla de aguacate, como se conoce a la palta en el mundo, y huevo) que ella prepara cuando invita a un brunch. Es muy sencillo: se parte la palta por la mitad, se le retira un poco de la pulpa con una cuchara y se coloca un huevo en ese lugar, dentro de la cáscara. Luego, se lleva todo al horno y se lo deja a temperatur­a media hasta que el huevo alcance el punto que a uno le gusta. A continuaci­ón, lo único que falta es condimenta­r con sal y pimienta.

Pero no todas son rosas. Los ecologista­s dicen que la palta requiere demasiada agua para poder crecer en territorio­s en los que este recurso natural es más bien escaso. Además, depende de dónde venga la fruta. Si se la come fuera de estación, el recorrido que debe hacer hasta llegar a su supermerca­do no es menor y eso tampoco resulta muy ecológico.

Göbl la utiliza además para preparar postres. La toma, por ejemplo, como base para una mousse de chocolate: la mezcla con cacao en polvo sin endulzar y con sirup. En realidad, la mousse finalmente no tiene sabor a palta porque queda tapado por los demás ingredient­es, pero le da a la receta una consistenc­ia muy particular, cremosa y especial.

Otra combinació­n poco frecuente es con café helado. Allí, el punto positivo es que uno no consume sólo cafeína, sino también una buena dosis de vitaminas y grasas saludables. Vendría a ser algo así como un desayuno ideal. Göbl no hace grandes malabares para prepararlo: coloca una taza de café frío, media taza de leche y media palta pisada. La energía perfecta para salir a la mañana.

 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina