Aprender a discutir
Las peleas existen en todas las parejas, no son negativas y no ponen a la relación en jaque salvo que sean la excusa para terminar. Si, además, se usan buenas estrategias, resultan beneficiosas para aclarar temas pendientes
En toda pareja hay peleas clásicas que se dan porque resurgen temas en desacuerdo o vuelven argumentos o reproches. ¿Cómo hacer para que esas mini-crisis no se conviertan en una amenaza para la relación? Por supuesto, no existe una receta infalible, pero hay algunas estrategias.
Para empezar, los psicólogos aseguran que discutir de vez en cuando no es tan malo porque el enfrentamiento funciona como una especie de liberación que permite aclarar algunos puntos. En muchas parejas, cada uno es muy distinto en ciertos aspectos y es bueno encontrar la forma de generar armonía en esas diferencias que siempre reaparecerán.
Sólo se pelea con personas que importan, con lo cual no siempre tiene que ser negativo. Ahora bien, si la pareja termina gritándose, ofendiéndose o haciéndose reproches graves, todo suele terminar en una gran frustración. "Esas parejas con el tiempo se enemistan o pierden la confianza al pensar que el otro no siempre tienen buenas intenciones con uno", explica la psicóloga Berit Brockhausen.
Estrategias
Los psicólogos recomiendan interrumpir la discusión antes de que pase a mayores. Es una estrategia conocida como "time-out", dejar pasar el momento caliente y retomar un poco después. Claro que requiere de cierta buena voluntad y de algunas reglas:
✖ Tener un acuerdo: en un momento tranquilo, la pareja debería acordar que no quiere llegar ni a los insultos ni a los reproches muy básicos. Brockhausen recomienda que los dos piensen a partir de qué momento una discusión no es buena. "Puede ser, por ejemplo, cuando una de las partes explica por tercera vez la misma cosa", sostiene la especialista. La pareja puede tener una especie de gesto o tarjeta que se enseña en ese momento acalorado para indicar que considera bueno tomarse una pausa.
✖ Limitar el tiempo: si las peleas se vuelven interminables, empañan absolutamente todo. "Con 20 minutos es suficiente. Si el problema no queda aclarado, es mejor tomarse un respiro", dice Brockhausen. Parece muy sencillo, pero puede tener buenos efectos poner una alarma que detenga la discusión, así se estará más predispuesto en otros momentos a conversar temas difíciles.
✖ Continuar el diálogo: si uno interrumpe una pelea o fija un "time-out", es fundamental decir cuándo quiere retomar el tema. "Es crucial volver a tratar la problemática y no dejarla allí", dice Brockhausen. Lo mejor es, antes de volver a tratar la cuestión, pensar qué es lo que a uno lo altera tanto de ese tema. De ese modo, podrá conversar mejor con la pareja y sentirse menos atacado. ✖ Reconocer el problema: muchas parejas creen discutir por nimiedades como quién lava los platos o por qué el otro deja el toallón tirado, "pero por lo general eso suele ser sólo un disparador", advierte la psicóloga. Muchas veces sucede que los dos trabajan todo el día y una de las partes piensa "ya se lo he pedido tantas veces". Eso, a su vez, se convierte en un "no le importa nada lo que me pasa". Por eso es tan importante que los dos piensen dónde radica verdaderamente el problema.
✖ Generar buen clima: antes de sentarse a aclarar las cosas, es fundamental que los dos tengan tiempo y estén presentes. "Tratar los problemas antes del primer café o cuando uno está agotado por la noche en el sofá no es nada bueno", recomienda Brockhaus. En lugar de poner el tema sobre la mesa cuando uno está sentado frente al otro, es mejor salir a dar un paseo e incluso darse la mano. "En esa situación, uno escucha al otro de un modo totalmente distinto", explica la psicóloga y eso puede generar una diferencia radical porque la predisposición o actitud que uno toma al tratar temas complejos tiene un impacto directo en el modo de conversarlos. En realidad, es cuestión de preguntarse: ¿uno está pensando a su pareja como enemigo o como aliado?, ¿queremos encontrar una solución juntos para este tema? "Puedo decir: eso que hiciste fue terrible' o invitar al otro diciendo: eso me dejó pensando mucho. Me interesaría saber qué piensas tú'".