Todo lo que hay para ver
Periodista, escritora, monologuista
-¿Cuándo y por qué te lanzaste a la literatura?
-Todo empezó con mi divorcio, a los 34 años, en mi Rosario natal. Me vi, de pronto, sin pareja en una sociedad que, por entonces, miraba de reojo a una chica que cenaba sola en restaurantes. Así comencé con mis columnas de humor femenino, casi una rareza en ese tiempo, porque el humor era algo de lo que se habían apropiado los hombres.A partir de ahí, vinieron grandes cambios en mi carrera, dejé el periodismo serio para venirme a vivir a Buenos Aires y hacer “Acoso textual”, cambié los libros de entrevistas que venía escribiendo por los de vínculos y hace unos años comencé a trabajar con el portal de citas Match.com. Mi nueva propuesta teatral implica contar qué nos pasa con el transcurso de las décadas en el cuerpo,el alma y en la mente, partiendo desde la infancia hasta llegar a los 50. La vida de la mujer es una eterna contradicción, un enorme signo de pregunta, por eso digo que es un espectáculo para mujeres y hombres valientes que se atreven a explorar el universo femenino. El unipersonal apela al humor y también a la emoción, es una calesita de emociones.
-¿Qué te atrajo del teatro?
-Hace rato que venía armando este unipersonal en el que recorro las edades de la vida de las mujeres, utilizando anécdotas propias como disparadores de lo que nos pasa a todas.Tanto mis libros sobre vínculos como los de motivación tienen un denominador común: la empatía. Los lectores - y ahora los espectadores - tienen un rol activo en todo lo que hago, son parte y se identifican. El formato “charla” es algo habitual para mí porque lo hago en eventos privados y públicos hace ya tiempo, pero el teatro tiene otros lenguajes. Me decidí a dar el salto después de atravesar unas cuantas dudas, sacudiendo la túnica a mis propios fantasmas. Para ello, acudí por primera vez al coaching de la mano de Daniel Colombo, quien me ayudó a sistematizar lo que ya tenía y me conectó con el disfrute de lo que estaba haciendo.
-¿Por qué definís al tuyo como un espectáculo interactivo?
-Porque no es stand up ni teatro convencional. Es un monólogo interactivo ya que, a diferencia de otras obras en las que molesta, por ejemplo, que suene un celular o que alguien grite desde la platea, a mí eso me da pie para incorporar siempre algo distinto. Si bien hay una estructura narrativa, apelo mucho a la improvisación, por lo que podés verlo dos veces o tres y siempre vas a encontrarle cosas distintas.Además de lo que se genera de manera
espontánea, también hay un espacio para la reflexión al cierre.
-¿Ya tiene fecha la próxima presentación?
-Espero que sea muy pronto.Ya atravesé el desafío, el de vencer mis propios miedos. Me gustaría agregarle unos pequeños aditamentos y ¡vamos de nuevo a escena! En breve estaré compartiendo con las lectoras de Mia las nuevas fechas. Este año, seguro habrá un par más y ya lo están pidiendo, también, de México y Chile.
-¿Tenés devolución de tus espectadoras?
-Siempre me he nutrido de lo que nos pasa. En una época iba a bares y me nutría de conversaciones pescadas al vuelo, escucho a mis amigas y amigos, tengo una fluida interacción con la gente en las redes sociales así que poder estar cara a cara con quienes me comunico a diario es la frutilla del postre.