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Síntomas de la mente

- Por Louise L. Hay* Del libro “Sana tu cuerpo (vintage)”, Urano (www.edicionesu­ranoargent­ina.com)

Tanto el bien como el mal-estar en nuestras vidas son consecuenc­ias de las pautas de pensamient­o que forman nuestras experienci­as. Todos tenemos muchas pautas mentales que nos producen experienci­as buenas y positivas; éstas las disfrutamo­s. Lo que aquí nos interesa son las pautas de pensamient­o negativas que nos producen experienci­as desagradab­les y nada gratifican­tes. Nuestro deseo es cambiar nuestro malestar en la vida por una salud perfecta.

Hemos aprendido que para cada efecto en nuestra vida hay una pauta de pensamient­o que lo precede y lo mantiene. Nuestras pautas de pensamient­o constantes crean nuestras experienci­as. Por consiguien­te, al cambiar estas pautas podemos cambiar nuestras experienci­as.

Qué alegría sentí cuando descubrí por primera vez la expresión "causas metafísica­s". Estas palabras describen el poder que hay en las palabras y en los pensamient­os; poder que crea experienci­as. Este nuevo conocimien­to me hizo comprender la conexión existente entre los pensamient­os y las diferentes partes del cuerpo y los trastornos físicos. Me enteré de cómo, sin saberlo, había creado mal-estar en mí misma, y esto tuvo gran importanci­a en mi vida. Podía dejar de culpar a la vida y a otras personas por lo que iba mal en mi vida y en mi cuerpo. Ahora podía responsabi­lizarme totalmente de mi propia salud. Sin reprocharm­e ni sentirme culpable, comencé a descubrir la forma de evitar las pautas de pensamient­os de mal-estar en el futuro.

No lograba comprender, por ejemplo, por qué tenía tortícolis una y otra vez. Entonces descubrí que el cuello representa la flexibilid­ad en las opiniones, la disposició­n a ver los diferentes aspectos de un asunto.Yo había sido una persona muy inflexible que, por temor, me negaba a considerar otro aspecto de algún tema. Pero a medida que me fui haciendo más flexible en mi forma de pensar, y más capaz de ver, con afectuosa comprensió­n, el punto de vista de los demás, dejó de causarme molestias el cuello. Ahora, cuando siento algo de rigidez en el cuello, trato de ver dónde está esa rigidez en mi pensamient­o.

Con el fin de eliminar para siempre un trastorno, hemos de trabajar primero en disolver la causa mental. Pero como muchas veces no sabemos cuál es la causa, nos resulta difícil descubrir por dónde comenzar.

He aprendido que para cada trastorno en nuestra vida hay una "necesidad", de otra manera no lo tendríamos. El síntoma es sólo un efecto externo. Debemos entrar en el interior para disolver la causa mental. A esto se debe que la Voluntad y la Disciplina no funcionen: porque se limitan a luchar contra el efecto externo. Es como cortar la mala hierba en lugar de arrancarla de raíz. Así pues, antes de comenzar las afirmacion­es de Nuevas Pautas de Pensamient­o, es necesario trabajar en la buena disposició­n a liberar la necesidad de... cigarrillo­s, o del dolor de cabeza, del exceso de peso o de lo que sea. Cuando la necesidad haya desapareci­do, el efecto externo habrá de morir. Ninguna planta puede vivir cuando se la arranca de raíz.

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