TRIGO BULGOR
Entre los cereales integrales encontramos el bulgor, uno de los ingredientes más usados en la cocina árabe y oriental, que constituye una variedad de trigo que se comercializa partido y precocido, lo cual facilita su utilización en la gastronomía.
Al ser un tipo de trigo, posee hidratos de carbono como nutriente principal, y es una excelente fuente de energía de metabolización intermedia. Es decir, su consumo no permite que se eleve rápidamente la glucosa en sangre, pero tampoco tiene un índice glucémico bajo.
Al contener parte de su cáscara, aporta cantidades considerables de salvado de trigo y mayores proporciones de vitaminas del complejo B y minerales como calcio, hierro y fósforo que sus semejantes no integrales.
Contribuye al adecuado funcionamiento intestinal por su contenido en fibra y además, es un buen recurso para amortizar las elevaciones de glucemia y colesterol en sangre.
Aporta, aproximadamente, un 12% de proteínas y no posee cantidades significativas de grasas. Su valor calórico es un poco inferior que el resto de los cereales no integrales, 330 calorías por cada 100 gramos.
Si bien su ingesta no debe ser excesiva, como con cualquier otro alimento, el trigo burgol se hincha tras la cocción al estilo de la sémola o el cous cous, por lo que con poca cantidad obtenemos buen volumen de alimento.
Debido a sus características nutricionales, el bulgor es un gran recurso para dar variedad a una dieta sana y equilibrada. Asimismo, como fuente de hidratos, es un sano alimento para incluir en la alimentación del deportista o aficionados de la actividad física. Podemos agregarlo a ensaladas, croquetas, sopas, etc. Para los que desean balancear su dieta e incorporar un poco de fibra a la alimentación, esta es una buena opción de bajo costo y alto rendimiento que, al mismo tiempo, colabora con nuestra salud.