JARDINERÍA. La clavelina
Es ideal para cubrir bordes al costado de caminos, sobre paredes, para terrazas y balcones. Requieren suelo y riego normal, y pleno sol.
La clavellina o clavelina deltoides (Dianthus Deltoides) es una flor vivaz que pertenece a la familia de las cariofiláceas. Existen muchísimas especies y variedades de origen europeo y asiático, así como de cultivo y silvestres. Sus hojas son finas y de color verde intenso, alcanzando una altura que va de los quince a los treinta centímetros, en el caso las variedades más grandes.
Sus flores son de tamaño pequeño pero de colores que van desde el blanco al rojo vivo pasando por todas las variedades de rosa. Y desprenden un suave aroma en el jardín.
Es una planta perenne, rastrera, de fácil cultivo, rápido crecimiento y algo rústica. Ideal para proteger el suelo de malezas. Es una planta resistente que sirve perfectamente como tapizante y que, además, crece con rapidez cubriendo el suelo o hacien- do borduras. Florece a principios de la primavera y, algunas especies, también lo hacen a principios de otoño.
La deltoides tolera bien el sol directo, pero lo que más le gusta es la semisombra. Respecto al riego, se puede regar normalmente, sin encharcar, aunque necesitará algo más de agua durante su 0floración y, en verano, si está a pleno sol. No es especialmente exigente con el tipo de agua de riego.
Terreno y cuidados
Tampoco necesita que su cultivo se haga en un terreno especial ya que aguanta bien hasta en suelo calcáreo. Por supuesto, si el suelo es poroso y rico en nutrientes crecerá mejor y florecerá abundantemente en el jardín aunque también es apta para su cultivo en maceta.
Lo lindo de estas plantas es que son de fácil reproducción ya que sus semillas caen al suelo y crecen solas. Esta clavelina se puede multiplicar mediante semillas o esqueje, pero la forma más rápida es hacerlo por la división de la mata.
La planta, en ocasiones, puede ser atacada por pulgones; pero la enfermedad más frecuente en la clavellina es la roya que afea sus hojas llegando incluso a acabar con ella.
Más consejos
Hay infinidad de colores, y clases, como las clavelinas de la China, que forman un ramillete formidable, aunque cuando la flores comienzan a secarse pierden la belleza. Lo que se recomienda es cortar la varilla que sostiene el ramillete para que vuelva a crecer otra.
Necesitan de mucho sol y de un suelo bien drenado. A medida que sus flores se van marchitando, tenés que ir cortándoselas para que no le roben fuerza a la planta, lo que va a ayudar a la floración.